3M pagará 6.000 millones de dólares para compensar la sordera de militares que usaban sus tapones de oídos | Economía

El gigante manufacturero 3M ha anunciado este martes un acuerdo para poner fin a las demandas por pérdidas auditiva por parte de militares que usaban sus tapones para los oídos Combat Arms. Aunque la compañía no admite expresamente su culpabilidad y asegura que los tapones son efectivos cuando se usan adecuadamente, ha acordado pagar 6.000 millones de dólares (unos 5.500 millones de euros al tipo de cambio actual), entre 2023 y 2029, según ha comunicado a la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (la SEC).

En virtud del acuerdo, 3M aportará una cantidad total de 6.000 millones de dólares entre 2023 y 2029, que se distribuye en 5.000 millones en efectivo y 1.000 millones en acciones propias. La empresa registrará un cargo antes de impuestos de aproximadamente 4.200 millones de dólares en los resultados del tercer trimestre de 2023, el equivalente al valor actual antes de impuestos de 5.300 millones de las contribuciones pactadas, menos la provisión que ya tenía dotada de aproximadamente 1.100 millones para hacer frente a este asunto.

3M compró Aearo Technologies (Aearo) en 2008. Dicha compañía fabricó tapones de oídos para uso por parte de los militares entre 1999 y 2015. Los tapones, sin embargo, no evitaron que más de cientos de miles de militares sufrieran pérdidas auditivas al estar sometidos al ruido de disparos y explosiones en conflictos armados como los de Afganistán e Irak. La compañía había sido demandada por más de 250.000 veteranos del ejército.

“Este acuerdo histórico representa una tremenda victoria para los miles de hombres y mujeres que sirvieron valientemente a nuestro país y regresaron a casa con lesiones auditivas que les alteraron la vida”, han dicho los abogados de los demandantes.

El grupo 3M instó la declaración de bancarrota por parte de Aearo para tratar de limitar su responsabilidad, pero el juez encargado del caso rechazó que las indemnizaciones se limitasen a la filial con el argumento de que formaba parte de un conglomerado mayor.

Ahora, Aearo y 3M están tratando de compensar una parte de los pagos del acuerdo a través de sus compañías aseguradoras. Aearo inició en junio un litigio contra sus aseguradoras para ello.

En junio pasado, 3M llegó a un pacto extrajudicial para pagar hasta 12.500 millones de dólares por la contaminación del agua con sus perfluoroalquilos (PFAS), un grupo de agentes químicos que no se degradan y pueden acumularse con el paso del tiempo, con efectos perjudiciales para la salud humana. Ese primer acuerdo provocó que la compañía cerrase el primer semestre del año con unas pérdidas de 5.865 millones de dólares. Previsiblemente, con el nuevo acuerdo también tendrá números rojos en el tercer trimestre y en el conjunto del ejercicio, a pesar de que la evolución operativa de la empresa es buena.

“La solidez y estabilidad del modelo de negocio de 3M y su fuerte capacidad de flujo de caja libre, junto con un acceso probado a los mercados de capitales, proporcionan flexibilidad financiera para desplegar capital con el fin de satisfacer sus necesidades de flujo de caja en virtud de este acuerdo y otros compromisos y obligaciones”, ha dicho este martes la empresa, que ha explicado el acuerdo en una conferencia con analistas e inversores.

3M ha insistido en que el acuerdo no supone una admisión de responsabilidad. “Los productos en cuestión en este litigio son seguros y eficaces cuando se utilizan correctamente. 3M está dispuesta a seguir defendiéndose en el litigio si no se cumplen determinadas condiciones acordadas en el acuerdo”, ha declarado.

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