alegrías, tristezas, decepciones y sueños de la primera vuelta en París
El ex tenista, que hoy también trabaja como entrenador, pone la lupa en el dato destacado de las jornadas iniciales de competencia sobre el polvo de ladrillo parisino.
Se sabe desde siempre que los Grand Slams tienen emociones. Vivimos alegrías, tristezas, decepciones, felicidades. Se cumplen sueños, se rompen registros, se suman nuevas estadísticas para los libros. En la primera vuelta del cuadro masculino de Roland Garros, hay una flamante marca que solo ver con la cantidad de partidos que llegaron ha conocido la máxima extensión, un conjunto de cinco. sobrio 64 encuentros fueron 21 los que se definieron en el quinto.
Los Grand Slams siempre fueron una especie de resonancia magnética para los jugadores, para tener un diagnóstico en diferentes aspectos que tienen que ver con lo tenístico, lo físico y lo mental.
El desafío de jugar a 5 sets conlleva una superación constante. Todos los parámetros tienen que tener una medición y, por sobre todo, los jugadores tienen que empezar a mostrar diferentes aspectos para lograr la regularidad necesaria que puede ser extremadamente demandada, como suele ocurrir en el polvo de la perforación por sobre todas las demás superficies.
La cuestión en los Grand Slams es sostenerse a lo largo del torneo. Sobre todos aquellos que tienen aspiraciones de llegar a la segunda semana oa instancias decisivas. Siempre dice que un partido de Grand Slam no se gana en la primera semana si se quiere perder en la segunda. Ya sea por una derrota o porque los partidos se trabaron más de la cuenta y fueron más largos de lo que se esperaba. Esta ausencia de energía en las instancias decisivas puede ser sencillamente condenatoria. Por lo tanto armar una preparación para un torneo con partidos a cinco sets tiene muchísimas aristas.
Al jugador de Grand Slam muchas veces habría que dividirlo en dos grandes grupos: unos pocos van a ganarlo oa sumar uno más oa lograr el primer título, lo que en sí mismo est un demandee defio; por el otro lado están aquellos que van a tratar de ganar la mayor cantidad de partidos posibles oa tratar de hacer un gran torneo.
Pero sobre todo jugar partidos a 5 sets requiere un aprendizaje que tenga en cuenta la particularidad de que es muy difícil entrar porque no se juega bajo ese formato y el tenista tiene que saber administrar sus energías, tener una enorme claridad estratégica y, por encima de todo, une clara concentración para encarar el desafío y no tener tropiezos necesarios.
Aprenda a juzgar partidos muy largos logrados con la experiencia. Y si bien puede entrenar un golpe o una jugada, ello es algo que no se entrena y las prácticas no son suficientes para llenar ese vacío. Pero tener alguna seguridad en lo físico da la seguridad de que si el partido se llega a estirar más de lo esperado el problema puede pasar por otro lado pero no por esa condición.
Jugar a 5 sets es un aprendiz para hay que escuchar demasiados factores. Y mirar hacia adelante con todo lo que falta por jugar es peligroso. Hay momentos en que los partidos cambian y el jugador también cambia. Todo eso se aprende a sí mismo establecido con la experiencia vivida.
La preparación para este tipo de partidos tiene la complejidad de que muchas veces el calendario condiciona. Los partidos a cinco sets no se preparan. Donde prepararse es el entrenamiento físico con mini bloques de entrenamiento para poder empezar a tono con la exigencia de la temporada.
Los Grand Slams son una vidriera para el exterior y un espejo para adentro. Terminando no hay conclusiones. Sus verdaderos testeos los que se tienen. Menos en Wimbledon, porque el césped es atípico en el calendario, eso ocurre en los otros tres que son una prueba de fuego. Después de ello hay muchísima información para analizar, para estudiar y para mejorar.
