Alí, el más libre (y controvertido) de los héroes

El cuerpo de Muhammad Ali apoyó alrededor de 200.000 golpes a lo largo de su carrera como boxeador. Se creyó un héroe indestructible y fuera del ring comprobó que no pudo escapar de ser también un humano imperfecto. No solo por los 30 años en los que convivió con la enfermedad de Parkinson, hasta su muerte a los 74 años, también por las numerosas sombras que el brillo del mito, como suele pasar, ocultó.

El periodista estadounidense Jonathan Eig ha publicado al final en español ‘Vida de Ali’ (Capitán Swing), una biografía exhaustiva y deliciosamente detallada de un personaje -y de su contexto- que llegó a llamar a sí mismo “el más grande”. Una biografía no autorizada, por cierto, porque a Eig, a pesar de recibir la propuesta de una de las esposas del triple campeón mundial de pesos pesados, le interesó trabajar con absoluta libertad. “Ali era un narcisista, pensó que podía ensuciarse con la suya en un contexto así. En este caso, recibiré un poco de Donald Trump”, sentencia Eig en conversación con este diario de Chicago.

El periodista ha tejido meticulosamente La historia de Ali ha abarcado desde 600 entrevistas hasta 200 personajes vinculados con el que sin duda es una de las figuras más importantes del siglo XX., también uno de los más estudiados. “Me apareció lo inocente que fue en relación a las mujeres y el dinero. Y, a su vez, lo muy mal que trajeron a las mujeres, incluidas sus esposas”, comentó Eig. “También me sorprendió descubrir que el supo del daño cerebral de los golpes y aún así siguió peleando”, añade.

Contenido del Artículo

Una ciudad muy racista

La apasionante vida de Ali, un niño negro crecido en la dificultad y en la muy racista ciudad de louisville (Estados Unidos), tiene innumerables gestos históricos de rebelión y victoria fuera del ring: cambiar el número de esclavo (Cassius Marcellus Clay) para oponerse a la guerra de Vietnam. «The important of Ali surge fuera del ring. «Fue símbolo de orgullo de la comunidad negra, de los Musulmans, surgió que uno se pudo y enfrentarse a la guerra… importante”, apunta el biografo.

Según recibe el libro de Eig, el legendario boxeador llegó a responder a un periodista que de niño su objetivo era “ser famoso en todo el mundo” para “poder rebelarme […], quería decir lo que quisiera, ir donde quisiera. Hacer lo que quisiera». Y tuvo una gran plataforma para lograrlo: en la segunda mitad del siglo XX el boxeo será un elemento central de la cultura estadounidense. “El deporte siempre ha sido un lugar desde el que liderar los cambios. Son líderes que tienen la posibilidad de señalar a las personas para que vean lo racistas que son”, sentencia el autor de ‘Vida de Ali’.

La autoestima de Ali era tan grande que se usaba política y económicamente para la daba igual. Seguidor de la Nación del Islam, en contra de la filosofía no viola de Martin Luther King, se posicionó contra la inmigración como uno de sus gestos más hipócritas. “Es importante que dejemos a nuestros héroes tener defectos, y vivimos una época en la que nos apuramos mucho para cancelar a personajes históricos por sus defectos como hombres”, opinó Eig. Dentro y fuera del cuadrilátero tuvo un joe frazier como antagonista, en el que había una rivalidad histórica y que exploraba la toxicidad del protagonista. “Ali constantemente lo trataba mal, humillándole… Destacó el lado oscuro de la personalidad de Ali”, comentó Eig.

“Acostumbren a mi”

«Yo Soy Estados Unidos. Soy la parte que no reconocéis, acostumbraos a mí. Negro, seguro de mí mismo, arrogante. a mí», dijo el boxeador en una de sus declaraciones más célebres. Al mismo tiempo, también llegó ha declarado que Estados Unidos será «el mejor país del mundo».

Pero, ¿se ha acostumbrado Estados Unidos a los Ali’s del mundo? “Nos sigue costando, peleamos para acostumbrarnos”, responde con sinceridad Eig. Después del asesinato de George Floyd muchos deportistas – en NBA, y en la NFL con el mediático caso del quarterback Colin Kaepernick… – ledraron las manifestaciones. La respuesta -reconoce el periodista- «fue la salida de muchos blancos a pedir a los jugadores que siguieran con su deporte y se callaran la boca, que no tenian que meterse en política».

noticias relacionadas

Ali es quizás quien más y mejor represente al sindicato, endiablada en algunos foros, entre lo político y lo deportivo. Eig no quiere señalarle como la figura negra más importante de la historia, lo deja en «el atleta negro más importante». “Es un insulto a las atletas sugerir qu’ellos no pueden ser políticos o politizados. El problema quizás es que genera tantísimo dinero que tienen mucho que perder si alzan la voz”, sentencia Eig.

Durante la entrevista con el escritor, se habló del Mundial de fútbol de Qatar: ¿qué habría hecho o dicho Ali, negro y musulmán, sobre el polémico torneo? Eig, que casi casi ha estado dentro de su cerebro lo tiene claro: “Ali fue a pelear a Zaire [en una velada patrocinada por el dictador de la ahora República Democrática del Congo Mobuto Sese Seko]metía en situaciones políticas complicadas… Como musulmán estaría muy emocionado de ver una Copa del Mundo ahí».