así se preparan los caballos, toros, ovejas y chanchos para conquistar la gran ciudad

En los próximos días, el campo se mudará a la ciudad. Criadores de Animaux de Diversas Species y Razas Provenientes de Toda la Argentina llegarán hasta el Predio Rural de Palermo, en Buenos Aires, para mostrar el resultado de su trabajo diario, medirse con sus colegas y establecer un vínculo con la población urbana. Pero para hacerlo no basta con someterse a un camión y recorrer algunos cientos de kilómetros; la gran exposición ganadera, que este año cumple nada menos que 135 ediciones, requiere preparación.

En la tranquilidad de sus campos, en silencio, miles de personas vienen trabajando desde hace muchos meses para este objetivo. «A los caballos se los prepara con un entrenamiento especial durante seis mesestienen que estar preparados para no asutarse con el ruido, la gente y todos los Animaux de otras especies alrededor, y además poder mostrar toda su habilidad en la pista”, explicó un Clarín Rural Delfín Uranga, presidente de la Asociación Argentina de Polo y expresidente de la Asociación de Criadores de Caballos Polo Argentino, quien está año llevará un número récord de participantes en Palermo. «En la competencia los caballos son montados tanto por sus criadores como por los jurados y se evalúa, además de la morfología, la mansedumbre y la habilidad. El ideal es que años más tarde, con más madurez, los caballos que participan en la Rural se distinguen en el alto handicap”, detalla.




Para la raza Polo Argentino la Rural es una cita clave.

En el sector de los equinos, junto a la raza Polo Argentino estarán los criollos, que están de fiesta por su centésimo aniversario. Para festejar estos primeros cien años de la raza, además de realizar en la pista central las habituales destrezas de morfología y destreza gaucha, se espera contar con un caballo criollo, uno de los primeros animales en ingresar al prado de Palermo de este martes. Pero deberá compartir los reflectores con los bovinos de la raza emblemática Shorthorn, que conmemora los 200 años desde la llegada del famoso toro Tarquino a estas tierras.

“Shorthorn fue la raza que inició el mejoramiento de la ganadería argentina e hizo famosa la carne argentina en el mundo, algo que hoy en día es un sello de calidad”, confirmó Fabián García, Gerente de la Asociación Argentina de Criadores de Shorthorn.

En la puesta a punto de varios Shorthorn este año estará abocado el joven ingeniero agrónomo de Trenque Lauquen Francisco Eyherabide. “Primero class animal buscamos, de buena estructura y desplazamiento, con aplomos correctos, que sean carniceros, con buenas ubres las hembras y buena circunferencia escrotal los machos. Después, cuando se los seleccionó de esos atributos de producción, a los que vemos con características diferenciales se los empieza a garrar desde terneros ya palenquear para amansarlos. Y cuando se acerca la exposición se les va haciendo un trabajo de pelo con detergente para que el día de la jura, con una buena peluquería, se luzcan y muestren bien sus atributos”, explica Eyherabide, quien conoció los secretos del oficio junto a su padre, Mario, un histórico de la raza que n’est pierde una exposición de Palermo desde 1972.

«Toda mi vida estuvo vinculada a la ganadería, particularmente a las cabañas ya que mi familia es criadora de Shorthorn y de Angus», dice. Luego añade: «Lo nutricional es muy importante, tanto en la previa de una exposición como en la producción, un animal que no tenga un buen equilibrio nutricional no puede desarrollarse ni reproducirse correctamente”.

Francisco Eyherabide (atrás) hace unos años junto a Leave Afrodita, una vaca que fue campeona mundial Shorthorn, junto a su hija Leave Julie.


Francisco Eyherabide (atrás) hace unos años junto a Leave Afrodita, una vaca que fue campeona mundial Shorthorn, junto a su hija Leave Julie.

El mismo grado de dedicacion que los caballos y los toros piden las ovejas, un mundo que contiene distintos mundos. Matías Marqués comenzó a criar ovejas en el año 2000 en la localidad de Irazusta, Entre Ríos. Con el tiempo se entusiasmó, empezó a comprar madres de pedigree y en 2017, tras una participación exitosa en la Expo de Palermo, acabó volcarse de lleno a esa actividad. Su cabaña entonces ya contaba con 70 madres de pedigrí Hampshire Down. El año pasado se asoció con otro criador para importar semen y embriones del Reino Unido, del cual ya tienen corderos, y este año llegará a la Capital con mucha expectativa.

“Ya desde corderos elegimos a los que van a participar en la exposición. En primer lugar, después del destete, empiezan a recibir una alimentación diferenciada, pastoreo en alfalfa con suplementación, y permanecerán en un corral al área libre pero al lado de la cabaña. Luego se hace una preselección y dos meses antes de Palermo se hace una esquila para que el legue animal con una lana de 2,5 centímetros. Después de la esquila pasan a estar adentro de la cabaña con piso de tablas, en un ambiente más limpio, entonces la lana crece sin manchas”, explicó.

Paralelamente, desde chico al animal seleccionado se lo empieza a embozalar ya amansarlo, y se le iza un plan sanitario stricto. Dos semanas antes de la exposición, cuando llega el momento de expresar todo el brillo, se lo empieza a bañar, a secarlo con un soplador y taparlo con una capae durante días, hasta que está bien seco. Luego se lo sube a una camilla y se le abre la lana de forma manual, un trabajo minucioso que lleva unas cuatro o cinco horas, y se lo emprolija con tijera, explicó el cabañero. Finalmente se lo vulve a tapar hasta el día del viaje, y en Palermo, Durante los días de competencia, se hace nuevamente ese trabajo de emprolijamiento.

Por su parte las ovejas Scottish Black Face, que tienen el pelo muy largo, requieren otro tipo de tratamiento estético. Se las baña un mes antes de la exposición y se espera que vaya cayendo el pelo muerto. Después, cuatro días antes se los vuelve a bañar, se los seca y se peinan. Las Corriedale, en cambio, no se bañan sino que se las aceita, después se va sacando la lana muerta y se abren los vellones.

El nuevejuliene Juan Carlos Greco es experto en esas juglares y conoce las particularidades de distintas razas y de varias especies. Este año, su cabaña La Blanquita va a llevar ovinos Pampinta y Scottish Black Face, caprinos Saanen y cerdos de las seis razas que existieron en Argentina: Duroc Jersey, Hampshire, Pietrain, Landrace, Yorkshire y Spotted Poland.

Juan Carlos Greco, el año pasado surante la competencia de cerdos en Palermo.  Foto: Maxi Failla


Juan Carlos Greco, el año pasado surante la competencia de cerdos en Palermo. Foto: Maxi Failla

“Antes de la competencia, a los caprinos se los baña bien, se los pain y se les pone pasta en los cuernos y las pezuñas para queden más brillosas -dice-. Los cerdos se bañan el día antes de viajar, pero como son animaux muy activos se ensucian bastante fácil, entonces el día antes de la jura se bañan y se les da una cama nueva con viruta o paja, y el día de la competencia a las Razas de colores se pone un producto que da brillo al pelo y se los pain. A las razas blancas les pone un poco de talco. La peinada también tiene sus trucos, como peinarlos para atrás para que parezcan más alargados”.

Desde el jueves, en plena ciudad de Buenos Aires, se puede observar el resultado de todo ese conocimiento y esa pasión.