noviembre 3, 2024

Bellingham, el invento de Ancelotti que fascinó a Inglaterra | Fútbol | Deportes

Bellingham, el invento de Ancelotti que fascinó a Inglaterra | Fútbol | Deportes

El partido de Jude Bellingham el martes por la noche en Hampden Park con Inglaterra supuso una revelación en su país. El exfutbolista del Chelsea y del Liverpool Joe Cole, analista en Channel 4, parecía deslumbrado: “Es poesía”, resumió la experiencia de ver jugar a Bellingham por primera vez con Inglaterra de 10, la posición que le inventó Carlo Ancelotti en el Real Madrid. Despachó una exhibición maniobrando por detrás de Harry Kane en el 4-2-3-1 que estrenó Gareth Southgate para derrotar a Escocia (1-3). Un gol y una asistencia pisando zonas muy similares a las que frecuenta ahora en el Madrid, aunque rodeado de manera ligeramente distinta en Inglaterra.

Más llamativa aún fue la rendición al talento del madridista del escocés Graeme Souness, una de las leyendas del Liverpool, con el que ganó tres Copas de Europa. Era la primera vez que lo veía en directo: “Cuando jugaba, yo era un gran centrocampista. Hoy sería un centrocampista menor comparado con él. Lo tiene todo. Absolutamente todo. Y cuando piensas lo joven que es, que tiene 20 años…”, se permitió un tipo nada generoso en el elogio futbolístico.

Ver a Bellingham de 10 con Inglaterra fue como si vieran un futbolista nuevo. Ancelotti, el autor intelectual del fenómeno, se quitó ayer elegantemente algo de importancia en su comparecencia previa al partido de esta noche contra la Real Sociedad en el Bernabéu (21.00, Movistar): “No era muy conocido porque jugaba en la liga alemana. No tenía el papel que tiene ahora, en una liga importante, en un club importante”.

Aunque fue revisando sus encuentros allí donde el italiano encontró algo que ha resultado transformador: “Lo que notamos en los partidos que jugaba con el Dortmund es que tenía la habilidad de llegar a tiempo al área rival y ser peligroso”, recordó para explicar la primera intuición que condujo a adelantar su posición. La mudanza ha reportado cinco goles y una asistencia en cuatro encuentros con el Madrid, y un gol y una asistencia en un partido con Inglaterra. El gráfico muestra cómo han ido variando las zonas en las que recibe el balón Bellingham.

Más allá del acierto extraordinario de las primeras semanas, su nueva posición ha permitido un salto en lo que aporta en las zonas más calientes. En las primeras jornadas de Liga con el Madrid, toca más la pelota dentro del área que en el Borussia Dortmund: según los registros de StatsBomb, ha pasado de 4,3 por partido a 6,2. También ha dado un salto en los pases filtrados, de 0,2 por encuentro a 0,7.

En general, aparte de marcar más, está más cerca del gol, suyo y de sus compañeros. Da el doble de pases clave que el año pasado (de 1 a 2 por choque). Y aunque registra más o menos el mismo número de tiros por partido (de 2,1 a 2,3), los disparos que efectúa se producen en zonas mucho más peligrosas del campo, precisamente por su posición: en el Dortmund la calidad media de sus ocasiones era de 0,09 goles esperados (xG), mientras que este curso es de 0,18 xG. En el Madrid, solo Joselu, el único nueve puro, ha tenido tenido ocasiones mejores, con un 0,20 xG de media.

Al terminar el martes el partido contra Escocia, le preguntaron cuál era su mejor posición con Inglaterra: “Creo que hoy ha estado bastante cerca”, dijo. “Creo que encajé mejor que el fin de semana [contra Ucrania jugó por la izquierda]. No es una indirecta al jefe”, bromeó.

El jefe era Southgate, un punto receloso ante el deslumbramiento general provocado por Bellingham en Hampden Park. Lo primero que explicó sobre la ubicación del madridista resultó contraintuitivo: “Pensamos que en esa posición podía darles muchos problemas. Necesitábamos físico ahí para presionar a Escocia”. Solo después de esa acotación mencionó su influencia en ataque: “Fue clave el timing de sus carreras de ruptura”.

Bellingham también se quedó con el sabor de una gran noche: “Disfruté mucho jugando en esa posición”, dijo sobre un papel del que destacó la “libertad” que le permitía, algo a lo que explicó que le había abierto la puerta Ancelotti. Southgate trató de echar el freno: “No es libertad total. Y para ser justo, hizo un gran trabajo sin balón”.

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