Casado considera que se acabó la pelea con Vox por el liderazgo de la derecha | España

Casado considera que se acabó la pelea con Vox por el liderazgo de la derecha |  España

Pablo Casado celebra este miércoles sus tres años como presidente del PP celebrando haber dejado atrás una larga «travesía del desierto», en sus propias palabras, porque aunque no llegó al gobierno, logró, sostiene -lo, recuperar- la hegemonía del espacio conservador en España. El líder del PP reunió a la junta directiva nacional del partido en Gredos (Ávila) y en un discurso ante el suyo afirmó como principal logro de su presidencia que, a diferencia de lo que sucedió cuando asumió el cargo, ningún partido es ya amenaza con la sustitución del PP. «No fue fácil», admitió Casado, quien da por terminada la lucha con Vox por el liderazgo de la derecha. «Ya había advertido hace unos meses que esta sería la última vez que un partido intentaría reemplazarnos», dijo. «Nuestras ideas», remarcó el líder del PP ante los principales dirigentes populares, «no admiten ni suplentes ni suplentes», en referencia tanto a Vox como a Ciudadanos.

Las elecciones de Madrid del pasado mes de mayo, coincidiendo con las del PP, marcaron un punto de inflexión que dio opciones al partido para llegar a La Moncloa. Los populares basan esta expectativa en el hecho de que lidera la mayoría de las encuestas privadas, a diferencia del CIS que sigue dominando al PSOE. En las últimas encuestas privadas, como DYM el miércoles o Sigma Dos el 19 de julio, alcanzan el 28% de los votos para el 24-25% del PSOE, y podrían gobernar sumando con Vox. El CIS, en cambio, ofrece un panorama diferente: según el barómetro del mes de julio, publicado este miércoles, el PSOE mantiene el liderazgo con el 28,6% de los votos, cinco puntos por detrás del PP, que se sitúa en el 23,4% .

El PP desprecia los datos del CIS, que ve manipulados, y cree que ahora tiene opciones para ganarle al PSOE. «Ahora estamos en condiciones de ganar las próximas elecciones», proclamó Casado frente a su pueblo. «A pesar de los desafíos, hemos demostrado que somos fuertes». Casado, que certains analystes décrivent comme un homme politique qui a joué dans des hauts et des bas stratégiques, se revendique comme un leader aux idées claires qui n’a pas été emporté par la querelle d’une partie de l’électorat avec l’ extrema derecha. “Mantuvimos nuestro pulso estable, sin estar bajo presión. Defiende nuestros principios y nuestros valores ”, defendió. Con esta firmeza, Casado relata su negativa a apoyar la moción de censura de Vox el pasado mes de octubre, como subrayó en su discurso a puerta cerrada del secretario general del PP, Teodoro García Egea, según las fuentes presentes.

El líder del PP debe el reciente impulso a la victoria de Isabel Díaz Ayuso en las urnas. El presidente madrileño se ha convertido en una figura en ascenso en el nuevo PP, al mismo nivel que personajes históricos como el gallego Alberto Núñez Feijóo. El líder del PP también está aprovechando la grave crisis que atraviesa Ciudadanos, que la gente considera muerta y que apenas llega al 5% en las últimas encuestas (5,5% en el CIS). Casado se alegra de haber puesto a raya la fragmentación de la derecha en tres marcas (PP, Vox y Cs), aunque todavía tiene que apoyarse en la extrema derecha. Frenó, pero se está consolidando: casi en el 17% de los votos, según la encuesta DYM, o en el 13,6% que da el CIS. La ventaja para el PP es que Cs no mira hacia arriba.

Puentes rompiéndose

El aniversario del liderazgo de Casado llega en un momento en que se han roto los puentes con el gobierno. El otorgamiento de indultos a los líderes independentistas ha enfriado aún más las relaciones entre el Ejecutivo y el principal partido de la oposición, que no han encontrado un acuerdo para renovar las altas instituciones del Estado como exige la Constitución. El único pacto que firmaron durante la presidencia de Pedro Sánchez fue el de la dirección de RTVE. El líder del PP mencionó en su discurso la renovación de las instituciones, insistiendo en que no cederá en su cargo: acepta un pacto solo si el gobierno acepta un cambio en el modelo electoral del Consejo General de la Magistratura ( CGPJ) para que los jueces elijan a los miembros del cuerpo. «Nos mantendremos firmes en la defensa de los principios constitucionales y europeos, sería irresponsable debilitar las instituciones».

Casado insiste en una descripción demoledora del gobierno, al que califica como «el peor de la historia democrática» y «el más radical de Europa». El líder opositor acusó al presidente de haber «ocultado negligentemente la pandemia» y de buscar «un cambio de régimen con una mutación constitucional». Y presentó una denuncia contra la ley de memoria aprobada este martes por el gobierno: el PP derogará todas las leyes sobre memoria histórica para sustituirlas por una ley de “concordia” cuyo contenido aún no ha sido revelado. “Nadie debería estar desenterrando viejas heridas ahora. No deshagan el perdón que sellaron nuestros padres y abuelos, y menos por un interés irresponsable en dividir ”, defendió Casado, quien compartió acto el lunes con el exministro de Adolfo Suárez y promotor de Vox, Ignacio Camuñas, en un coloquio. a lo que negó el golpe de Estado de 1936 y culpó al gobierno de la República por el levantamiento militar. El líder del PP no ha dicho nada sobre estas declaraciones, mientras que su discurso de hoy ha comenzado con un elogio a la Transición.

El buen momento demográfico ha devuelto la calma interna al PP tras las tensiones por la renovación provincial de las estructuras partidistas y la ansiedad tras el pinchazo de las elecciones catalanas de febrero (3 escaños). El pasado fin de semana, el popular ofreció una imagen de unidad al Congreso del PP de Galicia, con todos los presidentes autonómicos detrás de Casado hasta las próximas elecciones legislativas. Las voces de los veteranos del partido suelen decir que a Casado solo le queda una bala: la de las próximas elecciones en las que peleará con Pedro Sánchez. Para entonces, todo el grupo estará en fila para ayudarlos a llegar a La Moncloa. Su supervivencia como líder del PP dependerá de su éxito posterior.