Bolivia enfrenta un escenario sanitario preocupante tras confirmarse un aumento significativo de casos de sarampión en distintas regiones del país. La cifra oficial asciende a 74 casos confirmados, lo que ha llevado a las autoridades nacionales a declarar una emergencia sanitaria con el objetivo de contener la propagación del virus y proteger a las poblaciones más vulnerables.
El foco del brote está localizado en el departamento de Santa Cruz, con 68 casos registrados. Las otras infecciones se reparten entre las ciudades de La Paz, El Alto y un caso detectado en Potosí. Asimismo, se están investigando cuatro posibles contagios adicionales, y más de 600 personas son consideradas casos sospechosos, lo que incrementa la preocupación de las autoridades de salud.
Ante esta situación, el Ministerio de Salud y Deportes activó una respuesta de emergencia a nivel nacional. Se han movilizado brigadas médicas, reforzado los puntos de vacunación y se puso en marcha una campaña intensiva de inmunización, especialmente dirigida a menores de cinco años, el grupo más vulnerable ante el virus. Esta campaña busca cerrar brechas en la cobertura vacunal que se han ampliado en los últimos años, producto en parte de la pandemia y del debilitamiento de los servicios de atención primaria en algunas zonas del país.
La estrategia sanitaria contempla además la revisión de los esquemas de vacunación vigentes. Habitualmente, se administra la vacuna triple viral —que protege contra sarampión, rubéola y paperas— en dos dosis, una a los 12 meses y otra a los 18 meses. No obstante, la actual emergencia ha llevado a las autoridades a recomendar que la segunda dosis se aplique un mes después de la primera, incluso en niños menores de 18 meses, para generar una respuesta inmunológica más rápida.
El acceso a las vacunas se ha incrementado con un inventario cercano a 500 mil dosis, además de una donación reciente de entidades internacionales de cooperación, que se enfoca principalmente en la parte oriental de la nación, donde se registra la mayor parte de los casos.
El viceministerio de Vigilancia Epidemiológica anunció que, a pesar del aumento en los casos, por ahora solo hay un caso que necesitó hospitalización. Los demás pacientes están siendo observados en sus casas y se encuentran estables. No obstante, se han dado consejos para evitar eventos masivos y se ha recomendado a algunas instituciones educativas implementar medidas preventivas, como optar por clases virtuales o adelantar las vacaciones en las regiones más afectadas.
Funcionarios del sistema nacional de salud también han destacado la importancia de contar con el carnet de vacunación actualizado para permitir el retorno seguro a las actividades escolares presenciales. Esta medida forma parte de un conjunto de estrategias que buscan evitar nuevos brotes, reducir la circulación del virus y contener posibles complicaciones derivadas del sarampión, una enfermedad que puede generar cuadros clínicos graves, especialmente en niños pequeños y personas con sistemas inmunológicos comprometidos.
Especialistas en salud pública indican que el regreso del sarampión en la nación es una advertencia sobre la importancia de mejorar los programas de vacunación, en particular en áreas rurales y periurbanas, donde el acceso a servicios médicos es más restringido. Además, se ha destacado el efecto perjudicial que han causado los mensajes antivacunas y la desinformación, los cuales han debilitado la confianza de ciertos grupos de la población en las iniciativas de vacunación.
El gobierno del país ha reafirmado su dedicación a una respuesta completa, coordinada entre diversas entidades y fundamentada en la evidencia científica. Las autoridades han instado a la población a que se vacune, cuide de sus niños y niñas, y actúe con responsabilidad para ayudar a detener la propagación del virus. La situación actual, aunque controlada, requiere vigilancia constante y una acción continua para asegurar que Bolivia no pierda el progreso alcanzado durante décadas en el ámbito de la salud pública y la eliminación de enfermedades que pueden prevenirse mediante vacunación.