Comunidades de vecinos: cómo ahorrar en la factura de la luz | Negocio

Comunidades de vecinos: cómo ahorrar en la factura de la luz |  Negocio
Edificio con placas solares en un barrio de Vitoria.L. RICO

Los costos de la electricidad se han disparado en los hogares, aunque también pueden dejar temblando los bolsillos de los vecinos que viven en una comunidad de propietarios. Si bien la nueva tarificación de la electricidad está motivando cambios en los hábitos de consumo de los hogares, hay muchos elementos que no se pueden controlar, y que, sin embargo, se utilizan en el día a día, como el ascensor, la puerta, el garaje automático, los equipos eléctricos, la producción térmica. instalaciones, la piscina, depuradora … Servicios que se pueden sumar a la factura de la luz y, en consecuencia, a la cuota de comunidad.

Para reducir estos gastos, existen comunidades, generalmente amplias y con un elevado número de elementos, que buscan optimizar el rendimiento energético de sus instalaciones, y deciden contratar un estudio o auditoría energética. “Esta herramienta permite tener un conocimiento real y justificado del consumo real del edificio, algo que ahora, con el cambio de tarifas eléctricas, es más importante que nunca”, opina Carlos Renales, director de servicios energéticos de SunFlower. Energías, una empresa de servicios energéticos (ESE) especializada en el sector residencial.

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El coste de una auditoría puede ser elevado, en torno a los 3000 euros. Sin embargo, «las ESE lo ofrecen de forma gratuita con el compromiso de llevar a cabo el proyecto de eficiencia energética», especifica Luis Cabrera, presidente de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Energéticos (Anese). Ellos son los encargados de asumir el coste inicial de las inversiones a realizar con las medidas de ahorro energético propuestas, para que los vecinos no tengan que hacer frente a grandes vertidos, sino que pagarán los servicios gracias al ahorro generado ”, añade.

Sin embargo, conociendo la cantidad de energía consumida y en qué momento, la ESCO puede determinar su costo real y proponer posibles modificaciones (por ejemplo, energía suscrita en diferentes momentos o desplazamiento del consumo en otros momentos), que produzcan ahorros directos para las comunidades sin tener para invertir en obras o reformas. «Con un simple cambio de horario (de 13:00 a 14:00 horas) en el funcionamiento de la depuración de la piscina comunitaria se puede conseguir un ahorro del 10% o incluso del 38% si se realiza de noche en un mes de julio ”, calcula Renales.

Garaje o ascensor

También existen soluciones para otros elementos en los que es necesario utilizarlos en momentos muy concretos, como la puerta del garaje: “Se puede retrasar su accionamiento de cierre dentro del rango de tiempo máximo de uso, que puede ser de las ocho a las nueve. de la mañana, para que el consumo del motor que lo impulsa sea menor ”, aconseja este experto.

Ahora hay algunos servicios que no se pueden detener en una comunidad, como el ascensor. Algunos edificios residenciales, normalmente con una potencia eléctrica superior a 15 kWh, tienen instalado un maxímetro en lugar del ICP (interruptor de control de potencia), para evitar la interrupción del suministro eléctrico, incluso cuando se ha superado la potencia suscrita.

Según Pablo García, asesor industrial del Colegio de Administradores de la Propiedad de Madrid, “con los maxímetros puedes suscribirte a una menor duración de la luz, un gasto fijo que representa una parte importante de la factura de la luz. Pero hay que tener cuidado porque si superas constantemente esta potencia máxima suscrita al final acabarás pagando más que si no tuvieras estos dispositivos ”.

Asimismo, en representación de la empresa Remica, recomiendan a las comunidades de propietarios revisar las potencias contratadas y la demanda de energía que han tenido en los últimos años. «Es importante adecuar la potencia que ahora han contratado a sus necesidades, porque todos los elementos que consumen energía son más eficientes que los instalados hace años y, por tanto, la demanda de potencia es en general más débil», explica su director comercial. Antonio Ocana. Para cambiar la potencia, la comunidad solo necesita solicitarlo a su comercializador, quien deberá realizar el trámite con normalidad sin ningún costo adicional.

Un estudio realizado en 2020 por SunFlower Energías en una comunidad de clientes de gestión energética en Madrid, formada por 121 viviendas, y su simulación con la nueva facturación, permite conocer los gastos que tendrán que afrontar sus vecinos. La factura es un 6% más cara respecto al año anterior: 21.397 euros, frente a 20.184 euros. Aunque si miramos la cuota de consumo energético, representa un 35% más de gasto que el facturado en 2020, mientras que la potencia contratada es un 48% inferior a la registrada ese año, es decir, menos cara.

De hecho, con la última reforma del mercado eléctrico, el precio del plazo fijo ha caído frente a un aumento del plazo variable. Ante este escenario, el administrador agrícola Federico Cerrato aconseja a sus comunidades transferir los contratos de energía al mercado libre, «ya que el mercado regulado está anormalmente fuera de control». Además, cree que es más práctico que las propias comunidades produzcan su propia energía instalando, por ejemplo, paneles solares fotovoltaicos. Dicho y hecho. En junio, los propietarios de un edificio que gestiona en Móstoles aprobaron la instalación de 45 placas en la cubierta. “El mejor ahorro que tendrá la comunidad será en el consumo que necesite, el 40% se producirá por sí misma y solo el 60% lo necesitará de la red eléctrica”, explica Cerrato. Con una inversión de 800 euros por propietario, ahorrarán 146 euros al año.