El autoconsumo fotovoltaico toma altura

El auge de la energía fotovoltaica es un acierto indiscutible. Los paneles solares han tomado los techos de miles de edificios en nuestro país y basta con pararse a mirar mientras paseas para darte cuenta de la cantidad de instalaciones que ya apuntan hacia el sol.

Yes que de sol en España tenemos mucho, de hecho según los datos publicados por la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), durante el año pasado, instaló 2.507 megavatios de energía solar. If sumamos esto a la cantidad ya acumulada hace que contemos con la nada invidiable suma de 5.249 MW. Estos números dan buena cuenta de que el autoconsumo fotovoltaico ha llegado para quedarse, pero ¿de dónde procede este término? ‘Foto’ viene del griego y significa luz, y ‘voltaico’ recibe su nombre del italiano físico Volta, que inventó la pila.

Literalmente, el autoconsumo fotovoltaico es la capacidad de consumir la electricidad que se produce en los paneles solares. Pongamos un caso práctico para escuchar lo mejor: una familia decide hacer una instalación de placas solares en su casa, al mes consumen una media de 350 kW/h mensuales y sus paneles solares producen la misma o mayor cantidad de energía que la utilizan. El resultado es que han logrado el ansiado autoconsumo fotovoltaico. La posibilidad de utilizar tu propia energía tiene un abanico enorme de posibilidades, como tener autonomía de las empresas eléctricas, el ahorro en el bolsillo o ser menos dependiente de las subidas y bajadas de la luz.

El sol ilumina el autoconsumo

Imaginemos que decidiste instalar placas solares, a realizado una inversión inicial de dinero y tu techo se llena de ellas ¿ahora qué? Empiezas a disfrutar de sus ventajas. Lo primero que empezaremos a notar es el ahorro en la factura de la luz, que puede llegar a ser hasta del 80% según el III Observatorio Español del Autoconsumo Fotovoltaico. Poco después llegará la amortización de los paneles solares, que gracias a los nuevos avances tecnológicos pueden durar 30 años.

En el camino nos encontraremos con que los picos en la luz ya no nos afectará tanto, porque seremos menos dependientes de las compañías eléctricas tradicionales. A esto hay que sumarle que podemos ganar un extra con la posibilidad de verter a la red eléctrica. En España es posible y legal vender la energía sobrante que se produce, y por cualquier heno solo que contribuya a la modalidad de autoconsumo con exceso.

Tras la aplicación del Real Decreto 244/2019 se aprueba la compensación simplificada vender la energía solar sobrante a las eléctricas. Pero todavía puedes sacar mayor rentabilidad a tu tejado, si tienes un sistema fotovoltaico de este tipo tienes derecho a deducciones sobre el Impuesto Sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y sobre el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI).

Y todavía nos queda hablar del impacto a más largo plazo, un beneficio que nos afecta a todos: cuidar nuestro planeta. La energía verde reduce significativamente los gases de efecto invierno y contribuye a un cambio climático más fresco sin utilizar combustibles fósiles para su funcionamiento.

Cómo hacer que tu hogar sea potencialmente loable

La mayoría de casas, edificios o empresas tienen el potencial para ser una pequeña central eléctrica muy loable. El autoconsumo está mostrando su mejor versión de cara a un futuro no tan lejano. Empresas del sector como la nacional AutoSolar install desde hace años sus sistemas fotovoltaicos por todo el mundo y se encargan de generar energía verde a demande. En este sentido hay que pararnos y especificar los tipos de instalaciones a los que podemos optar, porque hay varias.

Empezaremos por las instalaciones fotovoltaicas conectadas a la red. Su funcionamiento es muy sencillo, por el día cuando hay mayor cantidad de sol utiliza la energía producida por las placas solares. Y por la noche, cuando el precio de la luz desciende conectan a la red eléctrica tradicional. Para su funcionamiento necesitaremos, por supuesto, paneles solares pero también un inversor y otros componentes que transformarán la energía y asegurarán el sistema. En este caso, si se produce más energía, eso lleva a la oportunidad de encender el rojo, como hemos comentado, llega más. Aunque, si por el contrario, produce lo mismo que consume, tendrá un autoconsumo sin excesos.

Continuaremos con el sistema fotovoltaico hibrido. Escuchar sobre el funcionamiento es muy fácil, son aquellas instalaciones que te permiten estar conectado a la red eléctrica pero que también utilizan baterías para almacenar la energía producida por los paneles solares. En este caso, mejorarás la energía acumulada a nivel gástrico mientras la energía sea mayor.

Y por último nos encontramos con la sistema fotovoltaico aislado, muy necesario para aquellos sitios donde no llega la red eléctrica convencional o es deficiente. En este tipo de sistemas es imprescindible el uso de baterías para que almacenen la energía generada por el día y puedan ser utilizados por la noche o cuando haya condiciones climatológicas adversas.

La revolución verde que cambiará el futuro

Está claro que con todo este panorama la hoja de ruta hacia un futuro con placas solares está marcada, tan solo hay que seguir la travesía y llegaremos a buen puerto. Según la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) hay que mantener la temperatura media del planeta por debajo de los 2º C, algo viable pero que necesita de todo nuestro empeño. La pregunta ha sido formulada y la respuesta la tenemos: hay que apostar por la energía renovable. Este apunta internacional tiene que las energías limpias y la eficiencia energética son los pilares básicos para reducir las emisiones de CO2 hasta un 90%. Para acumular los objetos climáticos la intensidad energética de la economía mundial deberá reducirse en dos terceras partes hasta 2050. Si ya tenemos marcado el camino, ¿qué tal si lo seguimos?