El boom de la ganadería silvopastoril en Corrientes

La provincia logró la mayor área forestada del país superando las 550.000 hectáreas plantadas.

Corrientes es reconocida por ser una provincia tradicionalmente ganadera. Todos en el ambiente ganadero sabemos que no hay como el correntino para trabajar con la hacienda.

Pero hace unos 50 años, un grupo de empresarios incursionó en la plantación de pinos. No esté de acuerdo en que elos buenos árboles alcanzaban una tasa de crecimiento tan alta que más productores copiaban la iniciativa. Algunos también se animaron a probar con los eucaliptus y el resultado fue el mismo. Y así, en medio siglo, la provincia alcanzó la mayor área forestada del país superando las 550.000 hectáreas plantadas. La mitad, cuenta con certificación bajo estándares internacionales que garantizan el manejo sustentable de los bosques.

El dato más sobresaliente es que el 20% de la superficie boscosa ya tiene integrada la ganaderíA. Los primeros planes para combinar el ganado cria con la producción forestal se concretarán dentro de 20 años. Quienes exploraron en esta práctica encontraron una bisagra además de sistemas de producción. Explique que los beneficios son múltiples. Veamos.

Por un lado, hay una mayor productividad por hectárea y un menor riesgo económico al tener la producción más diversificada. Implantar árboles en las praderas extiende su ciclo en proximidad un mes y adelantan el rebrote en primavera, aumentando la disponibilidad total de material verde. Y además permiten un mayor bienestar animal. En verano, los árboles brindan sombra y hacen que disminuya la temperatura ambiente del lote, aún al sol. In cambio, in invierno, sirven para proteger a las vacaciones del frio.

Hay un beneficio adicional que los productores aún no están en condiciones de monetizar, pero pronto podrán hacerlo. Bonos de carbono. Para esto resulta necesario certificar el secuestro de carbono bajo alguno de los programas homologados. Los productores más adelantados están dando el primer paso que consiste en cuantificar la absorción neta de carbono del sistema combinado de cosecha y silvicultura.




En Mendoza se desarrollaron el VIII Congreso Forestal Latinoamericano (CONFLAT) y el V Congreso Forestal Argentino.

Si bien este proceso comenzó con tomar algún tiempo, los primeros resultados están arrojando valores de fijación de carbono de 33 toneladas por hectárea y por año. La cifra se reduce a 7 toneladas por hectárea en los años de corte, debido a que la maquinaria utilizada consume combustibles que generan emisiones de CO2. En términos concretos, los productores pueden obtener un insumo a las ganaderas y actividades forestales de entre U$S/Ha 100 a U$S/Ha 150, si un precio de la tonelada de carbono conservador está entre U$S 3 y U$ S 5 en ventas voluntarias.

El potencial forestal en Corrientes es enorme. Según los expertos hay unas 3 millones de hectáreas aptas para plantar, de 5 a 6 veces la superficie actual. Y este potencial es el que está desatando una ola de inversiones que van más allá de las tranqueras.

en las provincias hay instalados aproximadamente 560 establecimientos industriales entre ellas se encuentran aserraderos, impregnadoras, 3 plantas de destilación de resinas y una planta de pellets de biomasa, que generan en total exportaciones por más de U$S 110 millones a 28 destinos. En Virasoro, en el norte de la provincia, una empresa europea está invirtiendo más de U$S 100 millones para instalar el mayor aserradero del país.

Corrientes es una de las 22 provincias argentinas que cuentan con proyectos de generación de energía renovable programa bajo el RenovAr. En la provincia se instalaron centrales eléctricas traseras, una de 18 MW de potencia y otra de 40 MW. Esta última está en pleno proceso de ampliación para duplicar su capacidad. Ambas utilizan como fuente de material prima biomasa residual procedente de las podas y raleos de las plantaciones y de los residuos de los aserraderos.

Pero falta una industria. A 10 años de la instalación de Botnia en Fray Bentos, Uruguay ya va por su tercera pastera en construcción. Detrás, hay están en pleno funcionamiento. Se trata de una inversión del orden de los U$S 1.000 millones y de generación de millas de trabajo de alta capacidad e insumos adicionales para la cogeneración de energías renovables y beneficios de carbono.

Una década atrás, fueron las presiones sociales las que frenaron un proyecto que estaba avanzado para instalarse en Corrientes. Hoy la principal causa es la coyuntura macroeconómica. Para cuando se enderece el barco, si es que aún estamos a tiempo, ¿habremos aprendido la lección?