El enigma de Balos |  España
El entonces consejero de Transportes y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, el pasado mes de junio durante un acto en Valencia.Jorge Gil (Europa Press)

Sin alcanzar la expectativa que les caracterizó en la época del directivo controlado remotamente por Susana Díaz, cuando el apuñalamiento interno entre simpatizantes y detractores para facilitar la nominación de Mariano Rajoy consumió al PSOE, las reuniones que los diputados socialistas celebran los martes volvieron a atraer al público. atención de noticias políticas. Y todo ello para un único protagonista: José Luis Ábalos.

En lugar de ceder con el tiempo, las interrogantes que tres meses después rodean la salida del gobierno del todopoderoso exministro de Transportes y secretario de Organización del PSOE no han hecho más que aumentar. «No sé los motivos de esto y no quiero conocerlos», espetó un miembro de la cúpula federal que destacó que Ábalos no cumplió con sus funciones dentro del Ejecutivo y del partido como estaba previsto. Otras fuentes hablan de desgaste. «No sabemos nada, solo eso [a las reuniones del grupo parlamentario] llega solo y con prisa, desde el último, se sienta completamente atrasado en uno de los lugares que están libres y sale del primero ”, dice un parlamentario que, como todos los consultados, comparte que la situación de Ábalos se ha vuelto» Un tabú ”entre los directivos del PSOE. Una pregunta pesada y delicada que a falta de datos, diputados y senadores evitan salvo en la más estricta confidencialidad.

El propio Ábalos reconoce a regañadientes que su sorprendente y apresurada salida del ejecutivo se ha convertido en un “clásico” de los matones del Congreso. Y, si atribuye la falta de explicaciones públicas a que su destitución se produjo en el contexto de una crisis de gobierno, con una decena de altibajos, reconoce el impacto de la especulación, por mucho que insista en el hecho de que no tiene nada que esconder. «Me molesta que haya quedado un margen de duda a mi salida», dijo este fin de semana en el diario Levante. «Estoy muy tranquilo. Además, todo ya habría salido. Se inventaron más de uno, por qué no 21. Estoy absolutamente tranquilo ”, le había declarado unos días antes a Onda Cero. Mientras tanto, en Ferraz, el malestar ha crecido en las últimas semanas ya que Ábalos se prodigaba en las tertulias de diferentes programas de radio y televisión. Las fuentes consultadas creen que tal denuncia es un error que contribuye a alimentar las teorías sobre su despido.

El primero que no esperaba un final tan abrupto fue el propio Ábalos. Su entorno fantaseaba con la idea de tomar el relevo de Margarita Robles en Defensa, en teoría más tranquila y manejable, pero en ningún caso con el triunfo de la reforma del Gobierno. En la mañana del 10 de julio, un sábado soleado, Sánchez fue convocado a La Moncloa sin saber qué iba a pasar. Como no sabía, no sabía que la campaña de afiliados que planeaba ejecutar una hora y media después había sido cancelada. Aunque todavía está a cargo de la Organización, nadie se lo ha comunicado. En la práctica, Santos Cerdán, su adjunto, venía realizando esta labor desde hacía tiempo en los temas más sensibles, como las primarias de junio en Andalucía.

Desde su destitución, Ábalos no ha vuelto a hablar con el Primer Ministro: otro elemento de intriga. «Lo entiendo perfectamente, de la misma manera que hablamos mucho antes, ahora ya no lo hacemos», justificó el primero. Número tres del PSOE, tan decisivo en el regreso de Sánchez a la secretaría general en 2017 que unos meses antes organizó un acto multitudinario en Xirivella para sentir el ambiente entre las bases.

El nombramiento de Ábalos como presidente de la Comisión de Interior del Congreso el pasado jueves puso fin a su condición de diputado de bajo nivel y ahogó en parte los rumores. La ex vicepresidenta primera, Carmen Calvo, recibió el mismo trato, habitual del PSOE y del PP con sus ex ministros, y luego presidió la comisión de igualdad. Al salario base de los parlamentarios, de 3.050,62 euros, añadirán así un suplemento de 1.551,58 euros al mes. Pero con Calvo se ve un natural con sus compañeros en el banquillo. No con Ábalos, a pesar de que tiene muchas simpatías.

Otra diferencia sustancial es que Calvo sigue perteneciendo a la ejecutiva federal del PSOE, donde es Secretaria de Igualdad. Ábalos, a pesar de su renuncia como secretario de Organización -su asesor Koldo García ha recuperado sus cosas en la oficina del quinto piso de Ferraz- continúa en el grupo de gestión de WhatsApp, según han confirmado varios de sus integrantes. “A la Orden” es el mensaje con el que se presenta Ábalos, que no participa en el grupo desde antes de su caída. El único administrador del grupo, señalan, es Sánchez.

Un artículo testimonial en el 40 ° Congreso Federal

Ábalos participará en el 40º Congreso Federal, que el PSOE celebrará en su ciudad, Valencia, del 15 al 17 de octubre. Pero no lo hará como delegado ni como miembro de la dirección. La organización planea reservarle un puesto discreto y entrevistarlo durante unos minutos. Se equivocaron quienes interpretaron la elección del escaño como un guiño a quién era uno de los hombres fuertes del Ejecutivo y del partido. “La salida de Ábalos del gobierno ha sido rara, cruje un poco”, admitió Óscar Puente, alcalde de Valladolid. Lo anterior subraya que ha ganado en calidad de vida y que el «acoso» que sufrió él y su familia por parte de sectores de extrema derecha fue «insoportable».

Uno de los platos fuertes del 40º Congreso será la puesta en escena de Pedro Sánchez con los expresidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, además del exsecretario general Joaquín Almunia. El día anterior habrá otra demostración de fuerza con los barones y los ministros socialistas.