El estallido de dos coches bomba pone en alerta a Quito a semanas de las elecciones en Ecuador

Es la primera vez que en la capital ecuatoriana ocurre un atentado por coche bomba. Durante mucho tiempo, los ataques terroristas y la violencia se habían concentrado en las ciudades de la costa que son parte de la ruta por donde sale la droga hacia los mercados externos. Quito parecía blindada ante el crimen organizado hasta la noche de este miércoles, cuando el primer coche bomba que tenía dos cilindros de gas, combustible, tacos de dinamita y mecha lenta explotó en el sector residencial La Mariscal, al norte de la ciudad. Eran alrededor de las ocho, el vehículo estaba afuera de un edificio del Estado, donde antes funcionaban las oficinas del Servicio Nacional de Personas Privadas de Libertad, SNAI, el ente gubernamental responsable de las cárceles.

El segundo coche bomba explotó alrededor de las dos de la madrugada en la Avenida 12 de octubre, cerca de universidades y colegios. El objetivo fue otra oficina del SNAI donde acuden los procesados con orden judicial de presentarse ante la autoridad. La camioneta fue estacionada cerca de la puerta del edificio, tenía la misma carga explosiva y usaron el mismo método.

Quito ya había amanecido convulsionado y en alerta por la intervención de policías y militares en la cárcel de Cotopaxi, que está a 100 kilómetros de la capital, para trasladar a varios presos a otros centros penitenciarios, entre ellos a Luis Arboleda, alias el gordo Luis, el segundo al mando en la banda criminal Los Lobos, que forma parte del autodenominado Cartel Nueva Generación, que opera en alianza con el Cartel de Jalisco Nueva Generación en México.

Otro de los presos trasladados es alias El invisible, según confirmó una fuente policial a EL PAÍS. El sujeto es un líder también de Los Lobos y acumula una lista de delitos vinculados a asesinatos, extorsión, narcotráfico, entre otros. El invisible es una pieza clave para avanzar en la investigación del asesinato del candidato a la presidencia, Fernando Villavicencio, y ahora está recluido en la cárcel de máxima seguridad La Roca.

En el mismo día, tres granadas intentaron ser detonadas en el sector de Ayacucho, explica Carolina Andrade, secretaria de Seguridad de Quito, que fueron desactivadas a tiempo por la policía de Inteligencia. Además, se produjeron 17 incendios forestales. “Ha sido un día extraño”, dijo el alcalde de Quito, Pabel Muñoz, ante la alerta en distintas partes de la ciudad. “Hemos observado movimientos inusuales de personas en motocicletas alrededor de los puntos de los incendios, estamos monitoreando todos los parques porque los incendios pueden estar siendo motivados”, explicó Andrade.

Por el primer atentado de coche bomba en el sector La Mariscal, hay seis personas detenidas, de las cuales cuatro son ecuatorianos y dos colombianos con antecedentes penales. “Hace quince días habían sido detenidos por el robo de un camión y estar vinculados a secuestros extorsivos en Quito, pero fueron liberados por el juez que les otorgó medidas sustitutivas”, dijo Pablo Ramirez, director de Investigaciones. Las dependencias judiciales de Quito han sido resguardadas ante posibles nuevos atentados.

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