El mensaje de Cristina Kirchner en el que celebró los resultados en Formosa y Rosario: llamó a Insfrán y lo felicitó por la victoria

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En un contexto político marcado por divisiones internas y desafíos judiciales, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner volvió a posicionarse en el centro de la escena política nacional al felicitar públicamente dos importantes victorias electorales para el peronismo. A través de mensajes dirigidos tanto al gobernador de Formosa como a un referente de Rosario, la exmandataria celebró los resultados de los comicios desarrollados el fin de semana y aprovechó la ocasión para enviar señales a la militancia y al arco político en general.

En la provincia de Formosa, el oficialismo logró un resultado contundente en las elecciones de convencionales constituyentes y diputados provinciales. Con una participación superior al 60 % del padrón, el espacio liderado por el gobernador Gildo Insfrán obtuvo más del 68 % de los votos, ratificando una hegemonía política que se extiende desde hace más de dos décadas. Este nuevo triunfo se produjo tras un fallo judicial que había habilitado su continuidad al frente del Ejecutivo provincial, generando controversias y tensiones con sectores opositores.

Cristina Fernández destacó este resultado como un “excelente desempeño del peronismo formoseño”, elogiando la capacidad de movilización del oficialismo en un contexto económico y político adverso. La victoria, además de consolidar el poder de Insfrán en la región, fue interpretada como un espaldarazo a las estructuras tradicionales del justicialismo que mantienen un control territorial sólido frente al avance de nuevas fuerzas políticas.

Pocas horas después, la exvicepresidenta también felicitó al líder de Rosario, Juan Monteverde, quien ganó las elecciones municipales con una fórmula local de corte peronista. Monteverde, en un contexto dividido, obtuvo un 30,6 % de los votos, superando tanto a los candidatos del oficialismo de Santa Fe como a la aspirante de la corriente libertaria. Con este resultado, se perfila como el principal candidato para las elecciones generales en una de las ciudades más relevantes del país, que a menudo es un indicador del clima político nacional.

El apoyo de Cristina a Monteverde no fue fortuito. Su mensaje incorporó una congratulación por “la unión conseguida” en Rosario y por haber propuesto una alternativa clara “a los discursos de odio y la antipolítica”. También se valió de la ocasión para reiterar su llamado a reconstruir un peronismo con un sólido arraigo territorial, invitando a jóvenes y líderes sociales a participar en la política desde la base.

Los comunicados de la antigua dirigente se vieron como un regreso táctico en el ámbito político, precisamente en el momento en que se intensifica la discusión interna dentro del peronismo sobre el camino a seguir. Después de haber dejado su papel en el gobierno y permanecer en un segundo plano, sus expresiones recuperan notoriedad y reafirman que continúa siendo una figura crucial, con la capacidad de establecer la agenda y guiar a sectores significativos del entorno político.

Ambas victorias son leídas por los analistas como un impulso para las estructuras del peronismo en provincias clave. En Formosa, la continuidad del modelo Insfrán representa una defensa del federalismo político, mientras que en Rosario se abre una nueva oportunidad para una alternativa progresista, con fuerte contenido territorial y social.

Cristina Kirchner, que continúa cumpliendo arresto domiciliario en el marco de una causa judicial aún sin resolución definitiva, eligió estos resultados como plataforma para enviar un mensaje más amplio: la necesidad de renovar los liderazgos sin renunciar a los principios históricos del movimiento. En su intervención, también remarcó la importancia de enfrentar el desinterés ciudadano, convocando a una mayor participación política desde todos los sectores de la sociedad.

Con estas acciones, la exmandataria no solo se dedicó a congratular a los vencedores, sino que también esbozó estrategias para el peronismo del mañana. Ante un escenario nacional incierto, definido por una economía débil y una creciente división en el sistema de partidos, los éxitos en Formosa y Rosario actúan como hitos que podrían señalar un nuevo ciclo político.

El reto en este momento será mantener estos impulsos y convertirlos en un cimiento firme para futuros comicios, donde el peronismo intentará retomar su protagonismo a nivel nacional sin dejar de lado su conexión histórica con las regiones. Cristina, nuevamente, establece el ritmo del movimiento desde la periferia institucional, pero ubicada en el centro de la escena política argentina.