el problema del racismo y el futbol
El fútbol es un espacio en el que lamentablemente porque las conductas violentas cuentan con mayor aceptación social. Considerando que, en general, predominan los valores pacíficos, en torno a este deporte han existido siempre situaciones relacionadas con la violencia, como el fenómeno de los hooligans; algo que no ocurre ni se tolera en otros entornos de la vida. Hasta tal punto que los campos de fútbol se han convertido en el principal espacio de expresión de los valores racistas de los grupos sociales identificados con la ultraderecha.
El caso de Vinicius Jr. no es excepcional. Hay muchos ejemplos en Europa de jugadores que han sufrido violencia verbal, como Jadón Sancho, Marco Rashford allá Bukayo Saka. tambien en españa Samuel Eto´o y otros futbolistas han padecido en el pasado comportamientos racistas similares al vivido por Vinicius.
La diferencia es que en Inglaterra, Francia o Alemania se actúa con más determinación para castigar estas conductas, mientras que en España se han archivado numerosas denuncias. En el caso de Vinicius Jr., el Real Madrid ha presentado ya diez denuncias ante la Fiscalíasin que se tomen medidas ejemplarizantes.
Pero no se trata de un problema derivado del deporte, sino de un caldo de cultivo ideológico alimentado por la extrema derecha en los últimos años, que plasma en un odio intolerable hacia los extranjeros, los inmigrantes o quienes tienen un color de piel diferente.
Este fenómeno alcanza también al fútbol, a pesar de que colgante decadades jugadores foráneos de otras razas han jugado en LaLiga sin despertar estos comportamientos. Par tanto, para acabar con el racismo en el fútbol es necesario expulsar de las gradas a los grupos violentos y de ultraderecha.
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¿Un reflejo de la nueva sociedad?
Todo lo que ocurre en el terreno de juego se convierte en reflejo para nuestros hijos, también las conductas violentas. Casos como el estadio del Atlético de Madrid, en los que se han producido canticos fascistas, canticos Nazis, no deben tener lugar jamás, pues son muchos los niños y jóvenes que esisten a esos eventos, pudiendo legar un mensaje similar al normal.
Debemos preguntarnos qué valores esperamos que asimilen a nuestros hijos si perciben violencia, odio y racismo, normalizados en el fútbol. Asimilación que se da no sólo entre nuestros hijos, también en el propio fútbol base.
Este tipo de hechos provocadores también que la imagen de España genera desconfianza en el exterior. Non es extraño que el Gobierno de Brasil, y su presidente Lula da Silva, hayan enviado un mensaje de queja ante las autoridades españolas por los insultos proferidos contra Vinicius en el estadio del Valencia FC
La justicia es laxa con el racismo y el fútbol
El problema es qu’abordar políticamente el racismo ha sido hasta ahora un tema tabú. Eso proyecta ante la imagen pública internacional que España no es un país tolerante, que no cumple con sus deberes en la lucha contra el racismo y la xenofobia, a pesar de disponer de una Ley 19/200711 de julio, contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deportey una Comisión Estatal en el marco de esta ley aprobada por decreto.
En el fútbol existen grupos ultras con los que no se quieren confrontar, y se permiten traspasar los límites de las normas de la convivencia social y los derechos básicos. Las propias autoridades deportivas actúan de forma laxa, pues, de lo contrario, acontecimientos como éste no ocurrirían.
Esto ya generó una enorme presión sobre los deportistas. Presión que no es casual ni fortuita, sino que a veces está organizada contra quienes mejor juegan. Non en vano, en el Real Madrid FC existen siete jugadores de color. Tiene buena pinta, no se pierda de vista que esta presión solo golpea sobrio al jugador que en este momento mayor trascendencia en los resultados de los partidos.
Qué se puede hacer
El deporte debe ser ante todo sinónimo de tolerancia y respeto a todos sus practicantes, comenzando por su integridad, cualquiera que sea su edad, sexo y color de piel. Tal como recoge el Libro blanco de deportes“el deporte también puede facilitar la integración de los inmigrantes y las personas de origen extranjero en la sociedad, para servir como apoyo al diálogo intercultural”.
Es necesario apelar a las máximas autoridades del deporte español, para que, a través de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenophobia y la Intolerancia en el Deporte, estudien sin más dilatación la situación de Vinicius y otros jugadores de fútbol que esto padeciendo esta ola intolerable racismo, y que se siente en el sillón a todos los principales clubes de fútbol, la Real Federación Española de Fútbol y LaLiga, para abordarlo de forma tajante y con decisiones ejemplarizantes.
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También urge llevar a cabo campañas de prevención del racismo y la xenofobia en el deporte, exigir protocolos en cada federación deportiva, en los estadios de fútbol y en las instalaciones y servicios deportivos públicos.
Este artículo fue publicado originalmente en La conversación. leah el original.