España envía a Marruecos un equipo de la UME para colaborar en el rescate de víctimas bajo los escombros | España

El Gobierno ha garantizado este domingo a Marruecos el envío de la ayuda que precise tras el terremoto que la noche del viernes causó 2.122 muertos y mas 2.400 heridos en el sur del país, según el balance provisional. A primera hora de la tarde, un avión con un equipo de la Unidad Militar de Emergencias (UME), integrado por 56 militares, ha aterrizado en Marraquech y desde allí se desplaza 100 kilómetros al sur, hasta el pueblo de Tala N’Yaaqoub, a 25 kilómetros del epicentro del seísmo. La ayuda española había sido anunciada por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, a primera hora del día, en declaraciones a la prensa en Nueva Delhi, tras la clausura de la cumbre del G-20 que se ha celebrado en la capital india.

Los efectivos que han viajado a Marruecos constituyen un equipo de Búsqueda y Rescate Urbano (USAR, en sus siglas en inglés) de la UME, y está compuesto por un contingente de más de medio centenar de militares asistidos con cuatro perros adiestrados en la localización de posibles supervivientes bajo los escombros. El fuerte seísmo sufrido por el país norteafricano, de magnitud 6,8, ha causado daños y derrumbe de edificios en nueve prefecturas situadas en los alrededores de la ciudad de Marraquech. El avión en que se han trasladado hasta la ciudad marroquí es un A400 del Ejército del Aire, ha informado el Ministerio de Defensa a través de la red X (antes Twitter), en el que muestra su “cariño, apoyo y solidaridad con el pueblo de Marruecos ante esta terrible tragedia”.

El personal desplegado se compone de un equipo de búsqueda y rescate del BIEM IV (Zaragoza), con 46 militares, y de un equipo de coordinación del Cuartel General (UMEDAT), con 10 efectivos, ha informado el Ministerio de Defensa, a los que se suman cuatro perros del equipo cinológico. Los equipos de Búsqueda y Rescate (USAR) se vale de equipos cinológicos y medios técnicos (geófonos, cámaras telescópicas o georradar) para localizar y en su caso rescatar víctimas de terremotos. Además, estos equipos disponen de la capacidad de cortar y perforar estructuras de gran dureza, como el cemento armado, y cuentan también con medios para la detección de posibles sustancias tóxicas o explosivas y asegurar así el trabajo de los rescatistas.

Varias agrupaciones de bomberos españoles se han sumado a las labores de rescate o lo harán en breve. Los últimos en anunciarlo han sido los de la Unidad Especial de Emergencia y Respuesta Inmediata (Ericam) de la Comunidad de Madrid, que va a desplazar a la zona un equipo de 30 personas compuesto por bomberos, sanitarios del servicio SUMMA112 y guías caninos responsables de cuatro perros de rescate.

En Málaga, el Consorcio Provincial de Bomberos ya ha obtenido las autorizaciones pertinentes y está de camino a Marruecos un equipo de cinco personas asistidas por cuatro perros de rescate que viajarán desde el puerto de Algeciras al de Tánger y, desde allí, por carretera hasta la zona siniestrada. Cádiz envía seis bomberos de su consorcio, apoyados por cuatro canes. Este sábado, cinco bomberos onubenses partieron para la zona, acompañados de cuatro perros y equipados con material de desescombro y salvamento.

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La Dirección General de Protección Civil y Emergencias del Ministerio del Interior está gestionando el despliegue sobre el terreno del contingente de la UME así como la logística y transporte para el desplazamiento a la mayor brevedad de los equipos que envíen las comunidades. Todas estas labores se están coordinando con el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación y con las autoridades marroquíes.

Su titular, José Manuel Albares, ha especificado que España envía también ayuda humanitaria por avión a la zona afectada. La colaboración española ha aguardado a la petición formal del Gobierno marroquí, que se ha concretado la pasada madrugada, cuando el ministro de Asuntos Exteriores del país magrebí, Naser Burita, ha llamado a su homólogo español para solicitar formalmente asistencia con la que hacer frente a las consecuencias del seísmo. Acto seguido, Albares contactó con los ministros de Defensa, Margarita Robles, e Interior, Fernando Grande-Marlaska, para activar el dispositivo de asistencia.

En el balance provisional de víctimas no se encuentra ningún ciudadano español, ha detallado Albares, que ha especificado que ya se ha contactado con todos los inscritos en el registro consultar, salvo una veintena de personas, y también con comisarías y hospitales de la zona. “Habrá que esperar hasta el final de las operaciones de rescate, pero según van pasando las horas, evidentemente, nuestra esperanza de que esto se mantenga va creciendo, porque ya a estas horas sería extraño que no tuviéramos alguna noticia de algún español del que no hay contacto”, explicó el ministro. Albares ha comentado que la sede en Marraquech del Instituto Cervantes ha servido de albergue improvisado para que pernoctasen “varios españoles” a los que el seísmo dejó sin alojamiento “hasta que se les ha encontrado una plaza hotelera”.

Exteriores ha desplazado además un equipo a la ciudad marroquí para ayudar a gestionar el retorno aéreo a españoles que se encontraban en la ciudad o su entorno y que han visto sus vuelos anulados. El ministerio ha pedido a las aerolíneas Iberia y Binter que los aviones que destinen a Marruecos tengan “mayor capacidad” para acoger en ellos a los españoles que desean volver a sus casas. En otros casos, se les facilitará el viaje por tren o carretera hasta la ciudad norteña de Tánger, desde donde hay conexión por mar con la Península.

Una vez concluyan las labores de rescate, España prestará ayuda a Marruecos a través de la Agencia de Cooperación Internacional para el Desarrollo.

“Mucho miedo”

A su llegada desde Marruecos al Aeropuerto del Prat, en Barcelona, varios turistas han relatado el “miedo” y el “caos” que han vivido por el terremoto. Xavier, uno de ellos, ha relatado que estaba celebrando su cumpleaños con un grupo de amigos en una aldea situada a unos 30 kilómetros del epicentro del terremoto, tras haber contratado una excursión de cinco días a caballo por el Atlas. “Estábamos cenando cuando pareció como si pasara un metro al lado de la puerta. Empezaron a caer las paredes y salimos a la calle, donde pasamos la noche”, ha explicado este turista catalán. Ha asegurado que este sábado, mientras bajaban a caballo desde las montañas, vieron a “mucha gente tirada en la calle”, una “situación muy caótica” y “mucha miseria”, lo que le hizo sentir además de “miedo” una “gran impotencia” por no poder “ayudar a las personas”. Otro de los viajeros, Antonio, ha explicado que estaban en un riad [tipo de vivienda tradicional marroquí] cuando empezó el seísmo: “La casa se movía, empezaron a caer los cuchillos… salimos a la calle corriendo, la gente estaba llorando y gritando”, ha relatado.

Esta mañana han aterrizado en el aeropuerto de Bilbao dos aviones procedentes de Marraquech en los que regresaban turistas vascos y también ciudadanos marroquíes residentes en el País Vasco. Los viajeros han sido recibidos por amigos y familiares que les esperaban con flores, globos y una pancarta de bienvenida y que les han abrazado. “Tranquila, ama, tranquila. Ya ha pasado”, decía un joven mientras abrazaba a su madre, que ha roto a llorar emocionada nada más verle. También ha sido emotiva la llegada de un padre y su hija, que se han fundido en un abrazo a la madre y la segunda hija de la pareja. La mujer y una de las niñas tuvieron que interrumpir sus vacaciones por una enfermedad de la niña y regresaron días antes del terremoto. Tras esos primeros instantes de lágrimas, los testigos del terremoto han contado a sus familias la “incertidumbre y “el miedo” que vivieron en los primeros instantes cuando sintieron “temblar el suelo”. El primer avión ha llegado a Bilbao hacia las siete de la mañana y el segundo ha aterrizado a las 12.45 horas, ambos procedentes de la ciudad marroquí.

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