España propone una reforma del mercado eléctrico que rechaza el sector

El Gobierno envidiaba a un Bruselas una amplia propuesta, lo que se conoce como un ‘non paper’, par expresar sur su bre opinion las grandes reformas que la Comisión Europea va a presentar en los próximos días y que incluyen el rediseño del mercado eléctrico y de las reglas de ayudas públicas . Entre otras cosas, el Ejecutivo pide que se extienda el principio de la excepción ibérica de gas al resto de países y que a la hora de autorizar las ayudas de Estado se tenga en cuenta a los países que, como España, están endeudados y no tienen margen fiscal para grandes intervenciones en la economía. Por otro lado, si se dota a la UE de recursos financieros para intervenir en los proyectos de transformación económica más allá de 2026, cuando caducan los avión de recuperaciónnm «Defender que es necesario mejorar el marco financiero para la economía verde, decidir, mejores instrumentos regulatorios e instrumentos financieros verdes, pero no a costa de los ‘Next Generation Funds’ o los fondos de cohesión».

En cualquier caso en España concretamente, el plan del Gobierno puede simplificar las reglas para utilizar los fondos de recuperación que el Gobierno insiste en reclamar gastar hasta el último euro.

La propuesta se presenta como un plan «como respuesta al reto que afronta la competitividad de la economía europea» y por ahora no es más que una opinión que aterrizará en el intenso debate que impedirá la primavera. El mismo documento reconoce que espera que el resultado se logrará pendiente de la presidencia española, en el segundo semestre del presente ejercicio.

Por ahora es difícil decir dónde acabará el documento, que parece una carta con buenos deseos a medida de las necesidades específicas de España, el único país que no ha recuperado el nivel de PIB pre pandemia, con el mayor índice de desempleo de toda la UE, uno de los más endeudados y que a pesar de haber sido agraciado con el segundo mayor paquete de fondos para la recuperación, todavía no ha sido capaz de demostrar que va a hacer con ese dinero . En concreto, “España hará pleno uso de los recursos asignados al mecanismo de recuperación y resiliencia” y “la adenda al plan nacional que se presentará formalmente en breve industrialización y autonomía estratégica”. El Gobierno se ha jactado siempre de haber sido el más rápido en pedir los fondos, pero hasta ahora no ha sido capaz de explicar qué ha hecho con ellos. Los preparativos de este añadido al plan de recuperación ya se conocían, pero su mera existencia demuestra que el plan que fue enviado a Bruselas en su día no ha servido para gran cosa. Ahora, si año y medio después de que se aprueba, el Gobierno propone a la UE que se diseñen «procedimientos rápidos» para los proyectos estratégicos de los planes de recuperación en sectores clave como la energía, los semiconductores, los vehículos eléctricos y las revisiones tecnológicas. .

La propuesta sobre la reforma del mercado eléctrico habría encontrado cierta comprensión por parte de varios países, pero no del sector. El plan español pretende «proporcionar las señales correctas a los inversores y anticipar los beneficios de la transición energética» mediante una reforma del mercado que pase «de un sector exclusivamente energético a uno de capacidad basado en contratos a largo plazo». Eurelectric, compuesta por 3.500 empresas del sector eléctrico de toda Europa, envió una tarjeta a la comisaria de Energía Kadri Simson para advertirle sobre los peligros de la propuesta española, qu’a su juicio «reduciría la competencia y obligaría a los hogares a pagar por ineficiencias . No es la primera vez que el poderoso ‘lobby’ eléctrico advirtió a la Comisión sobre los aspectos perniciosos de las ideas de la vicepresidenta Teresa Ribera y esta ocasión señala con insistencia la posible fragmentación del mercado interior.

El ‘non paper’ propone también que se diseñen procedimientos acelerados para los proyectos stratégicos de los fondos de nueva generacion, como parte de la flexibilización de los estándares de las ayudas de Estado. Con esta idea, el Gobierno pretende incentivar una respuesta europea más ágil un paquete de subvenciones de 369.000 millones de dólares que ha puesto sobre la mesa Estados Unidos para fomentar la transición energética y que enamenaza con atraer hacia ese país la producción de coches europeos.