Euskadi acusa al Estado de «la erosión silenciosa y continua» de la autonomía vasca | España

Euskadi acusa al Estado de "la erosión silenciosa y continua" de la autonomía vasca |  España
La consejera de Autonomía, Olatz Garamendi (derecha), y la directora de su departamento, Begoña Pérez de Eulate, durante la presentación este viernes en Bilbao del libro ‘Erosión silenciosa’.Miguel Toña / EFE

El Gobierno de Urkullu considera que el desarrollo y aplicación de la autonomía vasca, 42 años después de la aprobación del Estatuto de Gernika, es víctima de la injerencia “silenciosa y continua” del Estado en las competencias que el citado pacto legislativo otorga a la Comunidad Autónoma Vasca. “Euskadi sufre con frecuencia las consecuencias del impulso de recentralización del actual gobierno español”, ha denunciado este viernes el consejero de Gobernanza Pública y Autonomía, Olatz Garamendi. Mientras sigue abierto el debate político en Euskadi sobre la reforma del actual Estatuto de Autonomía, el Ejecutivo vasco reafirma así la necesidad de que el Estado respete plenamente su respeto mientras se encuentra un amplio acuerdo político para reformarlo.

Olatz Garamendi, la consejera encabezada ahora por la estrategia vasca en las negociaciones con el Gobierno central sobre el traspaso de las transferencias pendientes, ha criticado el «vaciado de las facultades exclusivas» de Euskadi mediante «diferentes vías de ingenieria pores podientes state». Afirmó que “la progresiva injerencia y, en ocasiones, el debilitamiento de las capacidades de las administraciones vascas a través de la ingeniería jurídica es un lugar común por parte del Estado español”.

El concejal Garamendi apoyó estos argumentos tras presentar algunos de los hallazgos del libro. Erosión silenciosa, que incluye cerca de 700 páginas de informes legales redactados por diversos abogados del Gobierno Vasco sobre la injerencia del Estado en las capacidades autónomas del País Vasco. “La erosión de competencias que sufre la autonomía vasca ha sido continua y silenciosa, y es muy perjudicial para los intereses de las instituciones y de la sociedad en su conjunto”, ha subrayado.

Apenas 10 días antes, el Lehendakari Urkullu ya había anticipado estas tesis, cuando en el acto del inicio del curso político anunció que una de sus prioridades para esta legislatura es «la exigencia del pleno respeto» del Estatuto de Gernika y del defensa de su necesaria actualización. Actualmente, la reforma estatutaria está bloqueada después de muchos años de debates que no lograron alcanzar un amplio consenso político. La propuesta técnica de nuevo estatuto que tiene más posibilidades de atraer un amplio acuerdo es la firmada entre el PNV, Elkarrekin Podemos y el PSE-EE, aunque con votaciones individuales, que ya se tramitó en el Parlamento en diciembre de 2019. Tiene la oposición frontal del PP, que lo considera un fracaso, y la “frustración” de EH Bildu, que ve cómo se ha rebajado la carga soberana frente a las bases pactadas con el PNV. Desde esa fecha, no se ha avanzado.

Garamendi a souligné aujourd’hui que les rapports d’experts juridiques reflètent «clairement» que le Pays basque est confronté «à une limitation de ses capacités réalisée par les autorités de l’État» de manière «imperceptible» et qui «passe inaperçue de opinión pública». Y agregó: “Más que imperceptible es silencioso, blanco, porque está revestido de la legalidad proclamada por la jurisprudencia del Tribunal Constitucional. “La letra del Estatuto de Gernika”, concluyó el consejero, “se ha visto devaluada por una concepción e interpretación exasperante del Estado, marcada por una dinámica de recentralización fuerte y continua y opuesta al reconocimiento de la diversidad”.

La «erosión de competencias» contra la autonomía vasca se ha producido, según Garamendi, a través de «técnicas legales y políticas» durante «muchos años». Uno de ellos consistió en «la invocación y aplicación de los títulos de competencia transversal del Estado para legislar en las materias de competencia exclusiva de las Comunidades Autónomas». Una segunda vía utilizada fue «recurrir a causas excepcionales para la atribución de funciones ejecutivas no reservadas constitucionalmente al Estado», como, por ejemplo, una decisión constitucional en materia de educación, que considera fundamental, por ejemplo, el establecimiento de un mínimo diario tiempo dedicado a la lectura en las etapas educativas, aunque es competencia exclusiva de las comunidades autónomas.

En otros casos, según Garamendi, el Estado ha utilizado «el poder del gasto estatal para incidir en políticas públicas de jurisdicción autónoma». Con estas maniobras financieras, se utilizó para «dirigir la actividad de sectores que no son de su competencia», condenó el asesor.

El Gobierno vasco considera que esta realidad no debe obstaculizar las negociaciones que está manteniendo con el Gobierno de Sánchez para concretar el traspaso de nuevos poderes. En el cronograma acordado entre las dos administraciones, quedan pendientes 20 traspasos tras aprobarse cuatro este año. Garamendi espera que este año se convoque la Comisión de Transmisiones para abordar, entre otras cosas, el traspaso de la gestión de la Renta Mínima Vital (IMV), a pesar de que, como dijo, no hay propuesta del ejecutivo central sobre el mesa. «No vamos a aceptar una simple asignación de funciones sin medios materiales ni económicos», advirtió el asesor.