José Manuel Albares, fiel consejero internacional de Sánchez | España

José Manuel Albares, fiel consejero internacional de Sánchez |  España
José Manuel Albares, durante una entrevista en julio de 2019, mientras se encontraba en La Moncloa.Marcador de posición de Claudio Alvarez

Pedro Sánchez calificó este sábado al nuevo ministro de Asuntos Exteriores de «diplomático joven pero experimentado». El calificativo de joven le golpeó en los labios, ya que José Manuel Albares tiene la misma edad que el presidente (49), aunque se presume que la carrera diplomática es menos deslumbrante que la de jefe de gobierno. Albares es el diplomático más joven en dirigir el Palacio de Santa Cruz -antes que él, entre otros, Miguel Ángel Moratinos y Alfonso Dastis- lo que le da la ventaja de conocer todos los entresijos de la casa y los inconvenientes de todo. El mundo sabe él. O creen que lo saben.

Con su nombramiento, Sánchez quiso sobre todo premiar su fidelidad. Este madrileño del distrito de Usera, licenciado en Derecho y licenciado en Ciencias Empresariales por la Universidad de Deusto, aparcó una segura carrera diplomática para incorporarse al equipo del candidato Pedro Sánchez en 2015, por el que nadie apostaba un céntimo en su momento. Las apuestas fueron justas y el diplomático tuvo que volver a su despacho del ministerio con el sanmbenito del «socialista» en medio del gobierno del PP, pero dispuesto a acompañarlo en cuanto Sánchez lo hubiera llamado.

Lo hizo tras el voto de censura de 2018, cuando el nuevo presidente le creó un puesto en La Moncloa, como Secretario General (equivalente a Subsecretario) de Asuntos Internacionales, Unión Europea, G-20 y Seguridad Global. Mientras tanto, era el sherpa de Sánchez quien se preparaba para las cumbres internacionales y trataba de capitalizar su condición de líder socialdemócrata en una UE dominada por gobiernos conservadores. Hubo pocos roces con el poderoso Jefe de Gabinete Iván Redondo, quien quería controlar tanto la agenda nacional como internacional del presidente.

Cuando Josep Borrell fue nombrado alto representante de la UE, Albares estuvo en todos los grupos para sucederle, pero Sánchez tuvo que considerar que era demasiado joven y sorprendió con una Arancha González Laya desconocida en los grupos políticos españoles. El fiel sherpa, casado con un juez francés especializado en la lucha contra el terrorismo, con el que tiene cuatro hijos, regresó como embajador a París, donde anteriormente había sido agregado cultural. Su curriculum vitae también incluye el cargo de Cónsul General en Bogotá y Asesor de la Representación Permanente ante la OCDE.

Ahora tendrá que afrontar la crisis diplomática con Marruecos, aún pendiente, y ultimar el acuerdo sobre las futuras relaciones entre Gibraltar y la UE, a la espera de negociaciones formales entre Londres y Bruselas. Organizar también la cumbre de la OTAN prevista para el próximo año en Madrid y nombrar a los embajadores pendientes; entre otros, el de Londres y el vacío que él mismo dejó en París. Tiene la plena confianza del Primer Ministro, pero también plena responsabilidad. Redondo ya no está en La Moncloa, ni hay un secretario general de Asuntos Internacionales como en la época de Borrell. Para bien o para mal, el asesor diplomático de Sánchez es el nuevo canciller.