‘Jota’ García, campeona de la vida | Deportes

'Jota' García, campeona de la vida |  Deportes

La historia del triatleta José Luis García Serrano, Iota (Buitrago del Lozoya, 1983) es un ejemplo de mejora y adaptación. Perdió gradualmente la vista en el transcurso de seis años debido a una uveítis (inflamación dentro del ojo que afecta a la úvea, la capa vascular debajo de la esclerótica, el blanco de los ojos). En medio del proceso degenerativo, Jota descubrió la espectacularidad del triatlón. “Estaba asombrado”, recuerda. A su ciudad han llegado los participantes de una prueba que tuvo lugar en las inmediaciones de esta ciudad madrileña. Superhombres vestidos de neopreno, con bicicletas estratosférico, que nadaba, andaba en bicicleta y corría como pelotas.

El deporte lo ayudaría «a salir adelante», admite, pensó cuando le dieron la fatal noticia de que nunca más lo volvería a ver. Era 2012. Y Jota, en lugar de rendirse, se puso de pie con más fuerza. El deporte se ha convertido en el talismán de su vida. Una rápida evolución que le llevó a correr su primer triatlón en 2013, a participar en el Mundial de 2014, y a ser campeón de España en Duatlón (2019) y Triatlón (2017 y 2020); Campeón de Europa (2019), vicecampeón de las Yokohama World Series, Japón (2021) y cuarto de clasificación mundo. A este palmarés deportivo, el madrileño suma un excelente palmarés universitario: es diplomado en óptica y optometría y diplomado en fisioterapia.

Jota, quien en la madrugada del sábado 28 de agosto se hizo con el séptimo lugar en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, proporciona en la plataforma #MejorConectados de Telefónica, que «no es el más fuerte el que sobrevive, sino el que mejor se adapta». Su testimonio en este espacio digital se convierte en una inspiración, animándolos a visibilizar el talento humano y multiplicarlo a través de la colaboración, con historias como las de Rafa Nadal, Ferran Adrià, Teresa Perales y Javier Gómez Noya, entre otros. Un espacio también para aprender de personalidades como Toni Nadal, María Zabala o Pablo Laso, que nos comparten sus vivencias en los vídeos de #MejorConectados.

Configuración de súper atleta

Buitrago del Lozoya, antesala del puerto de Somosierra, vuelve a formar parte de esta historia. También representa el punto de encuentro entre Jota y su guía de formación, Luis Molina. Sus vidas han sido paralelas desde 2019. Se entrenan y compiten juntos en todas las competiciones nacionales. «Conmigo hace el 90% de las sesiones de su plan de entrenamiento, y compartimos las concentraciones», reconoce Luis, que a sus 24 años tiene valores físicos de alto nivel, como los de Jota: mide 1,78 metros y pesa 72,5 kilos. . En reposo, su corazón late a 58 latidos por minuto.

Luis Molina, en primer plano, marca la pauta de Jota García en el entrenamiento para el running.
Luis Molina, en primer plano, marca la pauta de Jota García en el entrenamiento para el running.

«Luisito solo tiene dos estados de ánimo: feliz y muy feliz», resume Jota. “Me da mucho. Sin la confianza mutua, no habría sido posible llegar a donde estoy. Sin el equipo no soy absolutamente nada ”. los Equipo ciego de Jota –Así se llaman– lo completan el guía Pedro Andújar, con quien compitió en Tokio –como en todas las competiciones internacionales–, y Nacho Jiménez, el entrenador que supo confiar en un deportista que hace 10 años pesaba más de 100 kilos. y hoy gracias a la formación y una estricta metodología de trabajo – «me enseñó a ser disciplinado», dice Jota – está entre los mejores del mundo en su especialidad. Una especialidad, el paratriatlón (modalidad pique), al alcance de muy poco: se trata de 750 metros de natación, 20 kilómetros en tándem y 5 kilómetros de carrera. Jota compite en la categoría PTVI1, que reúne a deportistas totalmente ciegos.

La conexión del éxito

¿Y cómo está Jota por Luis? “La combinación perfecta de trabajo y constancia. Le gusta que todo esté muy controlado. Al final, siempre hay que trabajar duro, porque las cosas no vienen por sí solas. Su deseo de mejorar lo mantiene donde está ”, explica Luis Molina.

Existe un vínculo total entre los dos. El «atleta de apoyo» – como también se les llama a los atletas guías– y el deportista constituye una máquina perfecta, sincronizada al máximo. “Un buen guía debe aportar conocimientos de la especialidad y de la persona, capacidad para dominar situaciones y, sobre todo, actitud para salir adelante, aunque las cosas no vayan bien”, explica Molina.

Jota García y su guía de competición Pedro Andújar consiguieron un séptimo puesto (diploma olímpico) en la prueba de triatlón masculino de los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020.
Jota García y su guía de competición Pedro Andújar consiguieron un séptimo puesto (diploma olímpico) en la prueba de triatlón masculino de los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020.Mikaël helsing

Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, define su día a día con Jota como una pequeña competición. «No podemos dormirnos en los laureles», exclama. El planificador semanal es definitivamente para súper atletas. De lunes a sábado, nadan entre 3.000 y 4.000 metros por día. Los domingos lo dedican a otras transiciones (así se llama cada una de las especialidades de este deporte): tándem (unas tres horas y media) y running (media hora). Por no hablar, por supuesto, de ir al gimnasio para tonificar y fortalecer los músculos, y acudir a fisioterapeutas para prevenir lesiones.

«Nos levantamos.» «¡Dentro!». «¡Directo y déjame ir!» »… Como ocurre entre piloto y copiloto, las consignas entre Jota y Molina forman parte de un pequeño diccionario que comparten los dos. Es su lengua particular, cómplice. Su técnica para caminar y nadar al mismo tiempo (solo intentarlo da miedo) y evitar los peligros que pueden aparecer sobre el asfalto. En el agua, Luis utiliza pequeños toques en la cabeza o ligeros tirones para indicarle a Jota los giros en las boyas. En la carrera, están conectados por pequeñas cuerdas en forma de símbolo de infinito (ocho horizontal) y en el agua, por una especie de cable a la altura de los secuestradores, con 50 centímetros de separación entre ellos.

Competencia, trabajo en equipo, perseverancia, resistencia y, sobre todo, las ganas de superar los obstáculos de la competencia y de la vida. Es un equipo de paratriatlón. Lo mismo ocurre con Jota y Luis, tal para quién. Quién para tal.