La importancia de la salud mental en los politicos

Por qué sería clave que antes de accesser o assumir a cargo, el político se somtiera a un estudio psicotécnico serio.

Pregunta: Creo que nadie duda de lo mal que estamos como sociedad y como país. Veo cómo funcionan algunos políticos y nos sé si no saben gobernar, solo les interesa el poder y la plata o si están mal de la cabeza. La agradecería algún comentario al respecto. Gracias. Goyo D. Rieras. Corrientes capital.

Hay pocos estudios serios y científicos sobre la salud mental de los políticos. Y si no los hay es porque a nadie le ha interesado realizarlos o ellos no se han demostrado porque correspondería.

La función política es imprescindible para la gestión del bien público y de los intereses de los ciudadanos. Y los políticos son los que han de gobernar a los demás. Entonces, ¿no se debería al menos demostrar que ese político posee la capacidad para hacerlo?

Quizás para esto sería conveniente (¿imprescindible?) antes de acceder o embarcar en un carguero se someterán obligatoriamente a un estudio psicotécnico y psicopatológico serio y riguroso.




El presidente ruso Vladimir Putin. Foto: AP.

Lo cual no debería extrañar ya que para acceder a cualquier tarea laboral, el aspirante debe pasar por una evaluacion psicologica ya sea para demostrar que es apto para esa funcion o para descartar alguna patología subyacente previa que pusiera en riesgo su propia salud personal resultando así ese trabajo dañino para sí mismo o para terceros.

(Lo cual no implícito que quien padezca alguna enfermedad mental no esté capacitado para trabajar.)

No todo individuo es apto para desarrollar una actividad política. Bertrand Russell se refiere a la «embriaguez del poder» Apuntando a la relación existente entre detente el poder y la aparición de una conducta perturbada que podría surgir como consecuencia del mismo.

algunos comparar al poder con una droga potente y que no todos los aspirantes a líderes políticos tendrán la capacidad de neutralizar o de no volverse adictos a ella.

síndrome de arrogancia

El médico neurólogo, escritor y dos veces ministro laborista del Reino Unido David Owen (1938) es autor del libro En el poder y en la fermedad allá demuestra cómo la historia cambia a consecuencia de la mala salud de sus líderes: «Los políticos, y especialmente los jefes de Estado y de Gobierno, toman muchas decisiones que tienen consecuencias trascendentes en la vida de la gente que gobiernan».

El expresidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un.  Foto: EFE.


El expresidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un. Foto: EFE.

agregar que quienes padecen el Síndrome de la Arrogancia no están capacitados para gobernar Por poner en riesgo a los países que controlan.

Y señala estas características como peligrosas:

1 uno tendencia a ver el mundo como un escenario para su gloria personal y no como un lugar lleno de problemas a resolver.

2) Obsesión por la imagen.

3) Una mesiánica y exaltada de hablar.

4) Identificarse como si él fuera el Estado o la Nación.

5) La desconsideración a las criticas.

El expresidente brasileño Jair Bolsonaro.  Foto: Reuters.


El expresidente brasileño Jair Bolsonaro. Foto: Reuters.

6) La exagerada fe en sí mismo y en su capacidad para solucionar los problemas según su único enfoque.

7) Creerse responsable solo ante Dios o ante la Historia.

8) Pensamiento rígido y autoritario.

9) Perdió el contacto con la realidad.

Algunos comparan al poder con una droga potente y que no todos los aspirantes a líderes políticos tendrán la capacidad de neutralizar o de no volverse adictos a ella.

Norberto Abdala, médico psiquiatra

10) Desatención por el costo y los efectos de sus propias decisiones y de las consecuencias que generan.

11) Falta de conciencia de sus carencias o fracasos.

De ahí la conveniencia de descartar trastornos psicológicos previos o vulnerabilidad en la personalidad del político qu’implie un riesgo para ejercer una tarea clave como es la de gobernar sobre la vida y el destino de los demás.

EM

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