Las campeonas del mundo comunican a la federación española que mantienen su renuncia a la selección | Fútbol | Deportes

Las futbolistas españolas, actuales campeonas del mundo, han decidido no volver a ponerse la camiseta de la selección. Así lo decidieron en bloque las 23 jugadoras que conquistaron el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, además de otras muchas que se reunieron de forma telemática hasta en dos ocasiones la tarde del jueves. Las futbolistas debían tomar una decisión este viernes, cuando la nueva seleccionadora nacional, Montse Tomé, tiene que dar la lista de convocadas para el partido de la Nations League contra Suecia que se disputa el 22 de septiembre.

Después del beso no consentido del expresidente Luis Rubiales a la delantera Jennifer Hermoso en las celebraciones del Mundial, las jugadoras explotaron. Pusieron en marcha la etiqueta #SeAcabó y decidieron renunciar a la selección. Publicaron entonces una carta de renuncia que llegaron a firmar más de 80 futbolistas, en la que reclamaban cambios estructurales en la Federación Española de Fútbol (RFEF). Pasadas tres semanas desde ese beso no consentido, la presión social y política obligó a Rubiales a presentar su dimisión, toda vez que ya estaba inhabilitado por la FIFA por 90 días, mientras se resuelve el expediente que le abrió el organismo internacional por abuso de poder. A su salida, siguió también la de Jorge Vilda, el seleccionador campeón del mundo, un técnico que las jugadoras consideraban controlador y de bajo nivel.

Aunque unas pocas querían volver y jugar con la Roja, la mayoría impuso su criterio. Las futbolistas españolas consideran que las salidas de Rubiales y Vilda son insuficientes, meros cambios de cromos que no abordan ni ponen solución a una reforma profunda del cuerpo federativo, donde persisten personas muy próximas al expresidente y que defienden el statu quo y unas maneras de hacer que las jugadoras se han empeñado en derrocar. Por eso, han decidido en bloque no volver a jugar con la selección hasta que haya cambios estructurales, tal y como avisaron en aquel primer comunicado.

Montse Tomé, la nueva seleccionadora, tiene ahora un papelón. A las cuatro de la tarde debía ofrecer la lista de jugadoras para la Nations League (el 22 de septiembre España se bate ante Suecia y el 26, contra Suiza) y ya sabe que no puede contar con la mayoría de las futbolistas españolas.

“Necesitamos de consenso, valor y liderazgo por parte de las instituciones, y es por eso que no nos pararemos aquí”, decía Alexia Putellas, líder del Barça y de la selección, dos veces Balón de Oro, en un escenario y ante una audiencia ilustre, cuando el miércoles les fue entregada a las jugadoras del Barcelona la Medalla de Honor del Parlamento de Cataluña. “Estamos aquí para quedarnos y ayudar a las que vendrán. Estos días lo hemos visto con la grave situación que estamos viviendo con la RFEF y los cambios que estamos solicitando para que ninguna mujer, tanto dentro como fuera del fútbol, tenga que vivir nunca más situaciones como faltas de respeto o abuso”, añadió.

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