Las cosas han cambiado | Revisado por Manuel Mostaza Barrios

Las cosas han cambiado |  Revisado por Manuel Mostaza Barrios

Al comienzo de la canción que Los Nikis le dedicó a Alex DeLarge en los años 80, los de Algete se dirigieron, con cierta melancolía, al protagonista de A Clockwork Orange para lamentar que: «Alex, todo ha cambiado mucho». El lector de esta columna podría pensar en algo así al comparar esta encuesta con la última publicada por este periódico hace apenas un mes. Y es que, frente a lo que cabría esperar, cuatro semanas después de las elecciones, el efecto Ayuso parece marcar un claro cambio de tendencia en la política española.

La gran fidelidad electoral del PP y Vox contrasta con la escasa fidelidad de los votantes de los dos partidos de la coalición de gobierno: cuatro de cada diez de sus votantes en invierno de 2019 ya no los apoyarían ahora. Tres de los temas más importantes de la agenda en la actualidad -algunos de los cuales son impulsados ​​por el propio gobierno- tampoco benefician al ejecutivo: algo más de dos tercios de los españoles se opone a la concesión de indultos a los políticos nacionalistas condenado por sedición contra el orden constitucional durante los hechos de octubre de 2017, cifra que supera el 60% entre los votantes del PSOE. En esta misma linea aumento masivo de impuestos anunciado por el ejecutivo es rotundamente rechazado por la ciudadanía: ocho de cada diez españoles se oponen a cosas como el pago de peajes por el uso de las carreteras, el aumento del impuesto sobre la renta o el aumento de los costes laborales independientes.

Además, cuatro de cada cinco se oponen al aumento los impuestos la gasolina o que los impuestos a la herencia que han sido abolidos de facto en varias regiones se armonicen al alza. Finalmente, y en relación a la crisis con Marruecos por lo ocurrido en Ceuta, la valoración del Gobierno también es negativa: si nueve de cada diez españoles no creen que su vecino del sur sea un socio fiable y la mayoría de los ciudadanos critica el papel que jugó el gobierno de Sánchez durante la crisis.

Y es que la campaña electoral permanente en la que vivimos instalada desde 2014 no deja de darnos sorpresas y giros inesperados del escenario.

Pero todo esto no es una mala noticia para la coalición: más de la mitad de los españoles cree que su paso en la vida política ha sido perjudicial para la vida política de la nación, a lo que hay que sumar el buen historial de la vicepresidenta Yolanda Díaz entre los dos. El electorado del centro hacia y desde la izquierda, así como las buenas costumbres que recuerda (todavía) Más País, hacen que la fiesta siga siendo muy abierta. Y es que la campaña electoral permanente en la que vivimos instalada desde 2014 no deja de darnos sorpresas y giros inesperados del escenario. No parpadees, lector, te pierdes esto: y siempre dicen que la política es aburrida.