Las cuentas de campaña para las elecciones presidenciales de 2022 validadas, con reservas

En pleno verano, las aproximadamente 3.000 facturas de campaña para las elecciones presidenciales de abril de 2022 fueron analizadas por expertos de la Comisión Nacional de Cuentas de Campaña y Financiamiento Político (CNCCFP). Al comienzo del año escolar, interpretaron cuestionarios a los equipos candidatos, solicitando documentos de respaldo y declaraciones juradas. Sin una respuesta satisfactoria, los gastos controvertidos corrían el riesgo de ser deducidos del reembolso otorgado por el Estado.

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El viernes 27 de enero cayó la conclusión. La CNCCFP aprobó todas las cuentas de campaña, sujetas a algunas “reformas” –estas modificaciones hechas a los gastos o ingresos declarados por los candidatos, en aplicación del código electoral. Excelente noticia para los antiguos contendientes por el Elíseo, a quienes el Estado podría así reembolsar parte de sus gastos.

Publicado en diario oficial, estas decisiones revelan el trasfondo de las campañas de los candidatos a la presidencia de la República -con excepción de la de Marine Le Pen-. La candidata del Agrupamiento Nacional (RN) impugnó ante el Consejo Constitucional las reformas propuestas por la CNCCFP, suspendiendo de hecho la publicación de la decisión que le concierne.

Un umbral crucial

El candidato con mayor gasto fue el presidente saliente, Emmanuel Macron, con 16,69 millones de euros declarados, lejos del techo de 22,509 millones de euros fijado para los finalistas presidenciales. Pero gastar no es suficiente para ganar votos. Valérie Pécresse, candidata del partido Les Républicains, que obtuvo el 4,78% de los votos, tuvo el segundo mayor presupuesto para esta elección, con 14,32 millones de euros.

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Jean Lassalle, Nicolas Dupont-Aignan (Debout la France), Philippe Poutou (Nouveau Parti anticapitaliste) y Nathalie Arthaud (Lutte Ouvrière) han adaptado sus gastos de campaña al reembolso a tanto alzado del Estado destinado a los candidatos que hayan reunido menos de 5 % de los votos en la primera vuelta de las elecciones, es decir, 800.423 euros. Un umbral crucial para los candidatos, que pueden obtener un reembolso diez veces mayor si consiguen superarlo: hasta 8.004.225 euros para los eliminados al final de la primera vuelta, y hasta 10.691.775 euros para los presentes en la segunda vuelta.

Yannick Jadot (Europa Ecologie-Les Verts) y Anne Hidalgo (Partido Socialista), confiados en el arranque de campaña en la idea de superación el umbral del 5%, gastó más, declarando respectivamente 5.162.965 euros y 3.744.225 euros de gastos. Sintiendo que la dinámica de la campaña se tornaba en su contra, ambos encargaron al IFOP un “barómetro vacilante” de 6.600 euros para lograr movilizar al electorado, lo que les permitió superar el 5%. La mitad gastada por la CNCCFP. Según la comisión, este documento «similar a una encuesta de notoriedad», aunque el tambien «utilizado para la orientación de la campaña», lo que puede «justificar un precio en consideración parcial de su costo». Valérie Pécresse, que también encargó este barómetro, no se beneficiará de su reembolso, por no poder justificar su «Impacto en [sa] campo «.

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