Lecciones de cambio para la era de la formación continua

Del 22 al 26 de marzo se celebrará en Ifema la Semana de la Educación, el mayor evento del mundo educativo en España, en el que se espera la participación de más de 115.000 alumnos, familias, docentes, orientadores, responsables de centros educativos. profesionales del sector. La formación, en todas las etapas de la vida, tiene hoy una importancia sin precedentes. Asimismo, las nuevas propuestas del mundo educativo reflejan los grandes cambios que se han experimentado con la entrada de la tecnología y hay un esfuerzo en trabajar de cerca con las empresas para adaptar la oferta educativa a las necesidades del mercado laboral.

“En educación estamos en continua innovación, no podemos pensar que los nuevos enfoques educativos, científicos y tecnológicos vayan a parar y el mundo educativo tiene que estar en continua transformación para trasladar estos avances a la educación”, resalta Belén Urosa, directora del departamento de Educación, Métodos de Investigación y Evaluación de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales de la Universidad Pontificia de Comillas. Recuerda que la forma de aprender cambia de generación en generación y cambia por el aprovechamiento de las dificultades tecnológicas, científicas y sociales. “Poco a poco vamos conociendo, gracias a la neurociencia, algo más sobre cómo funciona nuestro cerebro cuando aprende. La tecnología contribuye en lo que incluye los procesos que lleva a cabo nuestro cerebro pueden cambiar”, subrayó el docente. Las nuevas herramientas implican nuevos procesos y por ello tanto maestros como profesores “tienen que conocer y redefiniendo la manera en que ayudan a que se produzcan los aprendizajes deseados en sus alumnos teniendo en cuenta estos cambios”.

La pandemia introdujo en un caso, y aceleró en otros el uso de la tecnología en las clases pero desde hace años asistimos al desarrollo de metodologías innovadoras como «el aprendizaje basado en proyectos, o el basado en feedback, la gamificación, el ‘design thinking’, el ‘storytelling’, el apprenticeship cooperativo… y muchos otros utilizan recursos tecnológicos para poder desarrollarse y han hecho que los alumnos sean los protagonistas de sus propios procesos de aprendizaje, no sólo participante, sino que construyen su aprendizaje”, recuerda Urosa. Destaca que también nos encontramos en la era de la información y la comunicación, el acceso a la información, su tratamiento y selección y los medios de los que disponemos para comunicarnos “han transformado gran parte de la realidad educativa”.

Un regreso a la doctrina

Adaptarse a esta tecnología en las clases ha sido un reto para muchos, especialmente para los docentes. “La tecnología formó parte de nuestra vida diaria y hemos dejado de tener la tanto miedo, la hemos incorporado a nuestros habituales quehaceres. Muchos profesores tienen competencias digitales muy adecuadas, con veces independientemente de la edad que tienen, y cada vez más las universidades reforzamos la formación de maestros y profesores en este tipo de competencias”, indica Belén Urosa. Recuerda que ha habito procesos de formación y actualización del profesorado que ha reducido la ‘brecha’ existente entre alumnos y profesores en este campo. “La cultura de la formación en el largo de toda la vida es una realidad en la profesión docente y los contenidos en innovación y tecnología están presentes de forma habitual. Y lo seguirán estando, cada día hay nuevos decubrimientos y avances que tienen su aplicación directa a la educación y que debemos conocer e incorporación”, puntualiza.

«A las empresas ya no les importa si tienes o no la certificación, necesitas que sepas hacer el trabajo»

Albert Sangrà, catedrático de Educación Profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), reconoce que la pandemia nos puso en una situación crítica, al límite, para replantearnos las cosas que hacíamos y cómo lo hacia dentro de las aulas. “No se hicieron las cosas como se debió haber hecho, no se pudo trabajar de forma planificada, pero se hizo todo lo que se pudo”, señala, aunque lamenta que pasada la pandemia “siento que no hemos aprendido nada. Somos incapaces de hacer lo que hicimos en una situación de emergencia y volvemos a lo de antes porque nos sentimos más compañeros”. Pero el contexto ha cambiado, «hay una sobre oferta tecnológica a la vez que sigue sin haber un modelo que nos permite aplicar toda la tecnología bien pensada, con finalidad educativa».


Pronóstico de estudiantes en Enseñanza

del Régimen General no universitario

Otros programas

entrenadores

Fuente: Ministerio de Educación y Seguridad Social /A B C

Alumno

matriculaciones

en Grado y Ciclo

Alumno

matriculaciones

en Maestría

Fuente: Sistema Integrado de Información Universitaria (SIIU). Secretaría General de Universidades /A B C

Distribución de alumnos en Enseñanza

del Régimen General no universitario

Enseñanza Privada no Concertada

Fuente: Ministerio de Educación y Seguridad Social /A B C

Pronóstico mayor

en Ensenanza

del Régimen General

sin universidades

Otros programas

entrenadores

Fuente: Ministerio de Educación

y seguridad social /A B C

Alumno

matriculaciones

en Grado y Ciclo

Alumno

matriculaciones

en Maestría

Fuente: sistema de información integrado

Universidad (SIIU). Secretaría

general de universidades /A B C

Distribución

de los viejos

en Ensenanza

del Régimen General

sin universidades

Enseñanza Privada no Concertada

Fuente: Ministerio de Educación

y seguridad social /A B C

Crear que estamos en una situación difícil tiene la vez que tiene claro que «volver atrás en un error». Y recuerda a la comunidad educativa que “no toda la tecnología que se nos vende es adecuada. Tenemos que intentar dar respuesta a los problemas educativos de forma sensata y no pensar que por usar más tecnología vamos a prender más. Lo importante es que nos ayude a prender mejor”, matiza.

Recomendación de preparar tanto a profesores como a alumnos para esta forma nueva de enseñar y aprender, y para ello “todas las partes deben asumir responsabilidades. En el caso concreto de la educación en línea «es una forma moderna de la educación a distancia donde en tendremos que puede tener formas muy diferentes». En un entorno en el que no se defiende de la presencia de una gran diversidad de herramientas para acercarse al contenido (video, libro, periódico….). “Solo así se puede plantar una educación online de calidad”, puntualiza.

Nuevas autorizaciones

El mundo laboral ha evolucionado también en los últimos años y son otras las habilidades profesionales que piden las empresas. “Las habilidades digitales están a la orden del día por razones obvias. Las habilidades profesionales técnicas relacionadas con la era digital son basics, pero la realidad es que no podemos olvidarnos de las ‘soft skills’, aquellas habilidades transversales que van déarrollando poco a poco», indica Carmen Palomino, directora de Operaciones de Fundación Universidad- Empresa (FUE). Según los estudios de esta entidad, más del 80% de las empresas con las que colaboran para la gestión de prácticas formativas buscan la capacidad de adaptación en los jóvenes, seguido de las habilidades tecnológicas, con un 76%, y la mentalidad de crecimiento rozando el 70%. “La base de los perfiles sigue estando en las competencias transversales. Pueden ir variando en el orden de prioridades, pero sin duda seguirán siendo básicos para diferenciar a los grandes profesionales del futuro”, añade Palomino.

El director de Operaciones de FUE ha confirmado que los centros educativos están más enfocados al desarrollo de sus competencias técnicas profesionales, “pero también son importantes para comenzar a desarrollar las competencias transversales. Aun así, las prácticas formativas son, quizás, clave para el desarrollo de las ‘soft skills’”. Esta es la principal conclusión de que aprendieron las pruebas de evaluación que lanzaron los jóvenes. “Nuestros programas de capacitación, que van de la mano con las prácticas corporativas, tienen un impacto positivo y falta de competencias. Ayudamos a los jóvenes a seguir desarrollando conocimientos y competencias que sa basices para sus profesionales del futuro”, puntualiza.

Cree igualmente que los jóvenes su cada vez vez más conscientes de la importancia de apostar en una formación continuada a lo largo de su vida profesional. “Nuestra encontramos en una realidad en la que necesitan nuevos profesionales y eso requiere de especialización. Y ellos lo saben”, subraya. Es precisamente esta formación complementaria y continuada que las habilidades para afrontar su futuro profesional, “además de ayudarles con el desarrollo de competencias como la toma de decisiones o el liderazgo, que también se encuentran entre las más demandadas a nivel general por el mundo empresarial” .

Motivación

Desde la Fundación NTT Data resalta la necesidad de las empresas de encontrar personas que además de tener conocimientos de la parte técnica destaquen por su compromiso, adaptación y motivación. “Los candidatos deben tener esa capacidad de reinventarte”, señala Karla Alarcón, su directora. Este fondo ha lanzado la Escuela de Talento Digital para ayudar a las empresas a encontrar talento calificado a la vez que dotan a las personas de herramientas de empleabilidad para encontrar trabajo o reinventarse.

Recuerda la teoría del psiquiatra estadounidense William Glasser en la que nos dice qu’aprendemos el 20% de lo que escuchamos, el 30% de lo que vemos, el 80% de lo que hacemos y más del 90% de lo que enseñamos. Par eso Karla Alarcón destaca la importancia de apostar en programas de ‘aprender haciendo’ como están llevando ellos a cabo. “Los alumnos buscan los retos para adaptarse al trabajo y cuando acaban de formarse las empresas les contratan, hay mucha demanda”, subraya. La dirección de NTT Data también tiene la necesidad de construir una empresa “que nuestros impulsos de ser cada día mejor y eso implique reciclarnos constantemente, ser productivos”. De ahí la necesidad de esta formación prosiguió muy pronto en el qu’está acabando la titulitis. A las empresas ya no les importa tanto si tienes o no la certificación, necesitas que sepas hacer el trabajo”.