Los antecedentes de la pelea entre Alberto Fernández y La Cámpora
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El enojo de «Wado» de Pedro con el Presidente reactiva las críticas a Máximo Kirchner y Andrés Larroque, y de otros directentes, Durante todo el año pasado.
El verano parecía haber calmado la interna dentro del Frente de Todos. Sobre todo desde que el sector más duro del kirchnerismo, encarnado en La Cámpora, habían decidido dejar gobernar a Alberto Fernández sin un clima de tanta tensión como el del último año y medio, desde las elecciones legislativas de 2021 que perdió el Gobierno en casi todo el país.
Quizás sea ese el antecedente más lejano que se puede revisar, con un protagonista en común, como Eduardo «Wado» de Pedro. Enojado ahora porque el Presidente lo bajó de una reunión con Lula, el ministro del Interior fue el primero en presentar su renuncia, en septiembre de 2021, tras la derrota en las PASO.
Fernández nunca se la siguió y el mercedino siguió en su cargo, como todos los ministros vinculados al kirchnerismo en ese entonces. Se fueron, en cambio, los que respondieron a Fernández.
Sin embargo, en 2022 se producirán los principales ataques de La Cámpora hacia la Casa Rosada, con interlocutores centrales, los jefes de esa agrupación, el diputado Máximo Kirchner y el ministro de Desarrollo bonaerense Andrés Larroque. En el combo junto a Alberto, entró Martín Guzmán, el ministro de Economía hasta julio, criticado duramente por el kirchnerismo.
La postura del Gobierno ante el IMF, firmando un acuerdo por el pago de la deuda en febrero del año pasado, fue el principal motor de críticas. En este momento, Máximo ha renunciado a la jefatura de bloque de la Cámara de Diputados, pero quien salió a pegar fuerte fue Larroque.
El día después del ataque a piedrazos contra las oficinas del Senado donde trabaja Cristina Kirchner, Larroque tuiteó sobre «un silencio que aturde». Después fue mucho más explícito en sus críticas. «Fue jefe de un espacio que sacó cuatro puntos en la provincia de Buenos Aires», es uno de los filosos dardos que más recuerdan, pronunciado un 24 de mars, precisamente, journada en la que se conmemora el Día de la Memoria.
Pero no quedó ahí el tema. En junio, Larroque argumentó que «la fase moderada estaba agotada» en una entrevista en la que encontró una posible candidata a Cristina Kirchner y fustigó a la Presidenta por «no querer ni sentarse a dialogar con la Vicepresidenta». En Guzmán, además, el tiró: «El Frente de Todos no puede ser rehén del ministro de Economía».
Máximo Kirchner esperó más tiempo para sincerar abiertamente sus cuestionamientos contra Fernández. In mayo, dijo, sin mencionarlo, pero apuntándole claramente: «Cuando uno tiene que conducir también debe saber obedecer».
Ya en noviembre, con Sergio Massa como ministro de Economía, salió un claror por que se había distanciado del Presidente. El acuerdo con el IMF fue el punto central qu’esgrimió, aunque también volvió a enviarse con críticas a Guzmán, que ya se había ido del cargo meses antes.
Alberto, casi siempre, intentó una defensa tibia tratando de estirar el vínculo, aunque estuviera golpeado. «El Frente de Todos no es de tres o cuatro directos» y «Cuando un compañero peronista critica a otro compañero deja de ser peronista». No le alcanzó, ni de cerca, para frenar los embates.
Larroque, sobre el final del año, volvió a pegarle al Presidente. «Piensa más en él mismo que en el Pueblo y en el peronismo», acusó, buscando desactivar cualquier posible intento de Fernández por ser candidato este año.
También hubo actrices de La Cámpora que también marcaron sus diferencias con Fernández, aunque de otra manera. El caso de la senadora Anabel Fernández Sagasti es bastante explícito. Cuando el Presidente fue en enero de este año a Mendoza no lo recibió ni ella ni ningún directo kirchnerista.
La situación presentó al recuerdo el momento en el que Fernanda Raverta, jefa de la ANSeS, revivindicó las gestiones de Cristina y Néstor Kirchner en un acto en Mar del Plata en el que Fernández est el orador principal. No hubo ninguna mención al trabajo hecho por el Presidente del gobierno en el que actualmente es funcionaria.