Los costes de la transición energética | Economía

Los costes de la transición energética |  Economía

Expertos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático han publicado su informe actualizado. El diminuto planeta Tierra tiene la mayor acumulación de dióxido de carbono en su atmósfera en los últimos dos millones de años. El despegue económico del siglo XX no tiene precedentes en la historia, especialmente desde la Segunda Guerra Mundial. Los seres humanos somos la causa de estas emisiones y la temperatura de la Tierra está aumentando más rápido de lo esperado.

La recomendación es reducir las emisiones y existe un consenso social. El problema es decidir cómo hacerlo. Y aquí el consenso es difícil de alcanzar. Los fondos europeos están dando prioridad a esta transición y la nueva administración de Biden en los Estados Unidos también está defendiendo la transición verde. De 2007 a 2019, antes de la pandemia, Europa y Estados Unidos habían reducido sus emisiones de CO₂. El desafío requerirá inversiones de multimillonarios, públicos y privados, y generará millones de empleos en nuevos sectores.

Pero China los incrementó en un 50% e India los duplicó. Sin embargo, las emisiones per cápita de los dos gigantes todavía están lejos de las de Europa y Estados Unidos. En Occidente se ha creado un mercado de emisiones y las empresas contaminantes tienen que comprar estos derechos. El mercado permite internalizar los efectos externos de estas empresas para incentivar la producción con menos emisiones. Este mercado en Europa atrae a muchos inversores que huyen de ratios de deuda pública negativos y la presión de la demanda ha duplicado sus precios. Esto afecta principalmente a los precios de la electricidad y pone en peligro cientos de miles de puestos de trabajo industriales.

China e India continúan teniendo cientos de millones de personas en extrema pobreza y en Europa y Estados Unidos, la nueva economía aumentará el empleo y el nivel de vida. Pero en la transición habrá perdedores. Es un dilema similar al del proceso de globalización. Europa y Estados Unidos tienen sistemas democráticos y los científicos hacen sus recomendaciones a los gobiernos. Pero serán los ciudadanos en las urnas quienes decidirán el camino y la velocidad de la transición.

Los efectos de las emisiones sobre el clima son complejos y no lineales. Y también lo son los costos sociales de la transición. Por estas dos razones, la línea recta hacia el objetivo único de reducir las emisiones a toda costa probablemente no sea la forma más eficiente y rápida de enfrentar el desafío. El anuncio de un aumento del impuesto al diésel en Francia podría convertirse en la tumba política de Emmanuel Macron.

En Europa y España lo podemos ver con la subida del precio de la electricidad. La presión del consumo en China ha llevado los precios del gas a su nivel más alto desde 2017 y esto explica la mitad del aumento en el precio de la electricidad. Y los derechos de emisión de CO₂ también lo encarecen y generan rechazo social. La normativa debe adaptarse a la nueva realidad climática y tecnológica. El riesgo es ir más allá de la planificación, cargar señales de precios y detener la inversión en su camino, lo que nos llevaría a fracasar en el desafío de reducir las emisiones.