Los distritos climáticamente neutrales captarán a 31 millones de personas en Europa

Los distritos climáticamente neutrales captarán a 31 millones de personas en Europa

Valencia aspira a hacer que tres de sus vecindarios sean climáticamente neutrales en 2030. Este proyecto, con un presupuesto de 31 millones de euros, dio lugar a una expresión de interés presentada por el ayuntamiento al Gobierno español por optar por recibir fondos europeos el plan de recuperación, transformación y resiliencia.

Los vecindarios climáticamente neutrales son áreas de la ciudad que alto grado de autosuficiencia energética y cero emisiones netas del calentamiento global, objetivo que se pretende alcanzar no solo a nivel energético y ambiental, sino también social y económico, a través de seis ejes: ventanilla única de proximidad, rehabilitación energética, energías renovables, renaturalización, movilidad sostenible y digitalización.

Según el documento elaborado por el Consistorio, el proyecto propone Oportunidades como un ahorro significativo en emisiones y energía, la creación de conciencia comunitaria y transversalidad, pero también dificultades, como la escasa actuación en áreas consolidadas por la infraestructura existente, la complejidad y tamaño del proyecto, que dificulta su ejecución en el corto plazo, y la existencia de trámites administrativos “excesivamente complejos”.

En cuanto a su justificación, se centra energía «como un derecho» y desde el punto de vista de “empoderar” a los ciudadanos para que se involucren en temas relacionados con la sostenibilidad ambiental de su entorno inmediato. “La simple rehabilitación de los edificios de la ciudad no sería un proyecto de transformación, sino de renovar el parque edificatorio, al tiempo que se actúa sobre la movilidad, los espacios verdes, la producción colectiva de energía, la gestión de datos abiertos o la economía circular, generando un cambio en la cultura energética de los ciudadanos y promover su participación activa en las soluciones, tiene una capacidad de transformación multiplicadora ”, afirman los editores del proyecto.

Los distritos climáticamente neutrales han adquirido especial importancia gracias a la definición de la misión europea Ciudades climáticamente neutrales e inteligentes: 100 ciudades climáticamente neutrales para 2030: por y para los ciudadanos. Esta misión busca lograr 100 ciudades cercanas a la neutralidad climática para 2030 Y, para eso, les anima a trabajar en uno o más distritos donde puedan lograr esta neutralidad en cuanto a emisiones.

Hoja de ruta

2021. En sus inicios, el proyecto de Valencia ofreció, entre otras iniciativas, campañas de sensibilización, promoción del autoconsumo, comunidades energéticas, incentivos fiscales, eliminación de barreras, electrificación masiva de consumos en edificios y colaboración público-privada.

2023. En esta etapa, recomienda avanzar hacia un modelo energético más flexible, el desarrollo de una ordenanza municipal que prohíba el uso de gas natural / butano residencial, la rehabilitación masiva de edificios y la instalación de energías renovables y de cubiertas verdes.

2027. Para la fase final, se prevé la creación de una empresa pública de comercialización de energía, soluciones inspiradas en la naturaleza y un modelo de negocio propio basado en la transición energética.

Beneficiarios

Ciudadanía. El proyecto beneficiará, por un lado, a las personas, hogares y entidades más motivadas para promover la transición energética y, por otro lado, a los sectores más necesitados que padecen pobreza energética.

Selección de barrios. El proceso se desarrollará en tres etapas: definir y priorizar los objetivos a alcanzar, identificar y evaluar los criterios de selección (ingresos, densidad de población, demanda energética) y desarrollar un modelo de elección de los tres barrios en base a toda la información disponible. .

Una de las propuestas pasa por ejes verdes como el parque lineal de Benimàmet.

Líneas de acción

Oficinas de energía del vecindario. Se rehabilitarán tres locales municipales, uno en cada barrio seleccionado, que sirva de punto de conexión con los vecinos y centralice toda la información de las intervenciones. De esta manera, actuarán como ventanillas únicas para apoyar y asesorar a los ciudadanos locales, asegurando así su participación en las transformaciones y proyectos. El presupuesto para este punto es de 450.000 euros (150.000 por despacho).

Rehabilitación energética. Se impulsará la rehabilitación energética de 600 viviendas y 6.000 m² de edificios terciarios, gracias al asesoramiento y apoyo de las oficinas de energía, además de planes de incentivos y ayudas económicas. El presupuesto público es de 7,97 millones de euros (2,25 millones para Oficinas y 4,72 millones en ayudas y subvenciones, más 1 millón para la renovación del alumbrado).

Generación renovable. Se ejecutarán 4 MW de instalaciones solares en espacios públicos y edificios, con carácter demostrativo y ejemplar. Además, se promoverán 600 kW de instalaciones privadas, en particular a través de las comunidades energéticas distritales (CEB) que permiten a los ciudadanos asociarse y compartir recursos energéticos. El presupuesto público es de 5,95 millones de euros (5 millones de cubiertas públicas; 400.000 euros para la revitalización del CEB y 550.000 euros en créditos fiscales.

Renaturalización. Con un presupuesto de 3,5 millones, gira en torno a varios ejes: diseño estratégico de espacios y ejes verdes, con la participación de los barrios; construcción y rehabilitación de parques y ejes verdes; creación y mantenimiento de microespacios de biodiversidad … El proyecto presentado por el Ayuntamiento de Valencia tiene como objetivo potenciar el papel de espacios verdes urbanos como sumideros de carbono a través de la renaturalización de barrios. Con ello, también se busca «mejorar la calidad de vida y salud de los ciudadanos, recuperar espacios de esparcimiento y socialización, incrementar la superficie de huertos urbanos y garantizar la preservación de la biodiversidad».

El presupuesto de este tramo se repartirá entre la construcción y diseño de ejes verdes (3 millones de euros) y las obras de mantenimiento y sensibilización pública (500.000 euros). La iniciativa también destaca en este ámbito la participación de los barrios en el diseño de espacios verdes, y la importancia de la generalización de los huertos urbanos y recorridos renaturalizados.

Los huertos urbanos también se incluyen en el proyecto.  En la foto, los del Parque Malilla.
Los huertos urbanos están incluidos en el proyecto. En la foto, los del Parque Malilla.

Movilidad sostenible. Se fomentará el uso de modos de transporte sostenibles y con bajas emisiones de carbono, como el transporte no motorizado, el transporte público, los vehículos ligeros y los vehículos eléctricos. Se desplegarán 12 puntos públicos de carga rápida y 60 puntos de carga lenta, además de potenciar hasta 400 puntos privados en edificios. Los distritos serán pioneros Valence a los 15 minutos, con el fin de ofrecer a los barrios todos sus servicios esenciales en menos de 15 minutos a pie. El presupuesto público asciende a 4,47 millones de euros (2,25 millones para supermanzanas urbanas; 1,5 millones para carriles bici y 720.000 euros para recarga de vehículos eléctricos.

Digitalización. Se desplegarán herramientas de ciudad inteligente para sensibilizar e interconectar las infraestructuras y el parque habitacional de los barrios, ofreciendo información y datos abiertos útiles a los cinco motores de la innovación. Esta digitalización tiene como objetivo aprovechar al máximo las sinergias existentes entre las diferentes actuaciones: movilidad, energías renovables, rehabilitación, participación, espacios verdes …

Ribó: «A la vanguardia del cambio climático»

El alcalde de Valencia, Joan Ribó, afirma que la ciudad «debe estar a la vanguardia de la lucha contra el cambio climático», una responsabilidad que considera «ineludible para las generaciones más jóvenes», pero también una «oportunidad» para lograr un objetivo más verde, más saludable ciudades «donde se vive mejor». Por ello, destaca la voluntad de canalizar fondos europeos. UE de nueva generación en esa direccion. «Nuestro objetivo es ser una de las 100 ciudades europeas climáticamente neutrales en 2030, en los términos establecidos por la Comisión Europea», añade. En este sentido, el desarrollo de barrios neutrales «tendría un extraordinario potencial demostrativo de cara a una posterior extensión al conjunto de la ciudad», explica.

Por su parte, el asesor para la transición energética, Alejandro ramón, enfatiza el “aspecto social”. En su opinión, necesitamos planes “ambiciosos” e integrales que vayan más allá de la vivienda y la construcción. Además, económicamente, puede servir para atraer iniciativas privadas, académicas o de la sociedad civil hacia el empleo y la economía verde, de modo que aspire a convertirse en «el primer sector económico de la ciudad en 2040».