Los teléfonos no llamarán al cliente a la hora de la siesta ni los fines de semana | Compañías

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Los principales operadores de telecomunicaciones del mercado español, Movistar, Orange, Vodafone, MásMóvil y Euskaltel han firmado un nuevo Código Ético que refuerza el alcanzado en 2010 y que actúa como mecanismo de autorregulación para que los clientes tengan todas las garantías cuando ‘ viene a contratar sus servicios. Así, los operadores intentan frenar la telecompra indiscriminada, acelerada por la presión competitiva que sufre el mercado español, pero que, al mismo tiempo, penaliza su imagen de marca.

En un comunicado de prensa, las telecomunicaciones explican que continúan avanzando en su compromiso con el mercado y sus clientes y refuerzan su código ético para garantizar las mejores prácticas de marketing de sus productos y servicios en materia de televenta.

Así, los operadores establecen determinadas obligaciones que complementan y refuerzan las establecidas en la normativa vigente con el fin de adoptar los más altos estándares de calidad en la venta y protección en relación con la normativa aplicable en cada momento y, en particular, la normativa de protección al consumidor, protección, servicios de la sociedad de la información y regulación de la contratación electrónica y competencia desleal.

Esta iniciativa es un primer punto de partida, abierto a otros operadores también adheridos al acuerdo.

El nuevo código incluye una serie de iniciativas. Así, se garantiza que las actuaciones de los distribuidores y otras plataformas de originación de llamadas serán monitorizadas mediante auditorías para que no utilicen medios engañosos, fraudulentos o, en general, desleales para la competencia y se incrementa el control para que no obtengan datos. o respuestas del consumidor que puedan interpretarse como una aceptación del cambio de operador, ni obtener del consumidor ningún otro comportamiento económico.

Además, se incrementan las garantías para que los clientes incluidos en los sistemas de “Listas Robinson” no sean contactados.

Asimismo, los operadores se han comprometido a garantizar que las llamadas comerciales no se realizarán antes de las 9:00 a.m. o después de las 9:00 p.m. y nunca los sábados, domingos y festivos.

“Los operadores ya han comenzado a realizar cambios en sus respectivas operaciones para garantizar aún más que, en los próximos meses, y a partir del 1 de enero de 2022, dejen de realizar llamadas comerciales antes de las 10 a.m. mañana o entre las tres y las cuatro de la tarde ”, precisan. El número de intentos de llamada a clientes no contactados también está limitado a un máximo de tres intentos por mes, y se garantiza que cuando un cliente potencial responde a una llamada y no muestra interés en la propuesta comercial, el operador ya no le devolverá la llamada. . dentro de los tres meses.

Finalmente, al consumidor que recibe la llamada se le ofrecerá realizar y, si es necesario, solicitar una devolución de llamada si al momento de hacer contacto no pudo tener la conversación comercial.

Como parte de los compromisos, los operadores se asegurarán de que el telemarketer que realiza la llamada pueda proporcionar al usuario un número de teléfono para obtener información sobre cualquier otro producto o realizar cualquier otra gestión comercial y de quejas con el operador.

A su vez, el consumidor siempre sabrá el número desde el que es llamado, la marca que lo contacta y el motivo exclusivamente comercial de la llamada. El consumidor también tendrá acceso a la información sobre el origen o la base de datos de la que proceden sus datos y, en particular, el nombre del responsable de los mismos, tanto en el ámbito de la actividad de televenta como en el envío de comunicaciones por medios electrónicos. Además, si está interesado, podrá conocer el nombre de la empresa del centro de llamadas desde la que se le contacta.

Las empresas también colaborarán para informar y, en su caso, informar a los órganos competentes de la existencia de hechos comprobables que puedan resultar fraudulentos o perjudiciales para los clientes.

Los operadores se comprometen a dar por terminados los servicios que hubieran sido contratados en el marco de una acción de telecompra con fraude o acto contrario a los requisitos de buena fe, siempre que se haya emitido una factura máxima por dichos productos y servicios. La cancelación se hará asegurando que el cliente no pierde conectividad y no tiene que asumir ningún tipo de penalización económica.

El operador receptor, al que vuelve el cliente, reinstalará el registro en la misma tarifa y en las mismas condiciones que tenía antes de la migración o similares si hubiera desaparecido.