Luis Abinader: República Dominicana busca un nuevo discurso | Negocio

Luis Abinader: República Dominicana busca un nuevo discurso |  Negocio
Turistas bailando en un hotel de Punta Cana en diciembre de 2020.DANIEL SLIM / AFP a través de Getty Images

República Dominicana quiere cambiar su motor económico en pleno vuelo. Tras el aterrizaje forzoso de su PIB, debido a la pandemia, esta economía caribeña está hoy en auge. Distintas previsiones apuntan a que el crecimiento repuntará este año entre 4,4% y 6%, tras la caída del 6,7% en 2020, que significó su primera recesión en casi 25 años. Gran parte de esta recuperación provendrá del turismo y las remesas, sus motores históricos de crecimiento. Pero Luis Abinader, con tan solo nueve meses en la presidencia, quiere sumar un nuevo ingrediente a esta fórmula para recuperar cuanto antes todo lo que se ha perdido. El gobierno de este político y empresario, que ganó las elecciones el año pasado con un discurso anticorrupción, se ha comprometido a fortalecer su industria (hasta ahora concentrada en insumos médicos, electrodomésticos, textiles y tabaco) y a revitalizar sus 74 parques de zona franca. para que se conviertan en el combustible que dé fuerza a la nación.

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“Estamos comprometidos a hacer las cosas de manera diferente”, dijo Víctor Bisonó, ministro de Industria, Comercio y Mipymes de República Dominicana, en entrevista con EL PAÍS. La situación es espantosa. La pandemia ha sido una tormenta para este país con un mercado laboral donde más del 57,3% de la población ocupada se encuentra en el sector informal, según la Organización Internacional del Trabajo. En solo un año, el desempleo ha subido hasta el 7,4%, tras tocar mínimos históricos (alrededor del 5%) en 2019, según el Banco Central. La naciente clase media no pudo aguantar el golpe y cayó del 35% al ​​29%, según cifras del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo. Esto llevó a un aumento de la pobreza de 13 puntos porcentuales, lo que llevó a la pobreza de más de un tercio de la población, al mismo nivel que en 2014.

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Pero si la crisis sanitaria ha puesto contra las cuerdas a esta economía caribeña, también ha abierto una ventana de oportunidad con el proximidad (el traslado de cadenas productivas a países de la misma zona geográfica) que está haciendo Estados Unidos con sus empresas ubicadas en Asia. De las 46 nuevas empresas que se han asentado en la isla en los últimos ocho meses, cinco de ellas son empresas estadounidenses que han decidido dejar el fin del planeta, dice Bisonó. «El resto de Latinoamérica está haciendo planes para ver cómo se atraen estas capitales … En República Dominicana ya están ahí», dijo el ministro durante la conversación mantenida en las instalaciones de la Real Academia Española (RAE).

Víctor Bisonó, Ministro de Industria de República Dominicana.
Víctor Bisonó, Ministro de Industria de República Dominicana.KIKE TO

El gobierno dominicano no solo aspira a convertirse en uno de los polos industriales estratégicos de Estados Unidos, su principal socio comercial. También busca atraer capital europeo en industrias del futuro, como las energías renovables. «Este nuevo gobierno tiene un potencial de crecimiento diferente … Es parte de la industrialización», dijo el ministro. «El presidente incluso emitió un decreto dándole prioridad nacional para que sea competitivo, que pueda generar empleo». La apuesta por fortalecer este sector (que representa una cuarta parte de su economía), así como los parques de la zona franca (elemento fundamental de las exportaciones), no es nueva. “El país ha querido promover esta idea durante años”, dice Eduardo Gamarra, especialista latinoamericano de Florida International University. Hoy, sin embargo, la situación es urgente.

Las actividades de hostelería y turismo (que juntas representan el 22,6% del PIB) atraviesan un período difícil. La llegada de visitantes extranjeros cayó un 62,7% en 2020, lo que provocó una caída del 64% en los ingresos por turismo del país. La situación ha mejorado. Bisonó explica que el avance de la vacunación en el país será un gran atractivo para los extranjeros. “En un mes o dos, podríamos atacar al grupo de inmunidad colectiva”, dice. Desde el pasado mes de julio, cuando el país abrió sus fronteras, tras cuatro meses de cierre, la industria de viajes ha mostrado una recuperación muy modesta. En agosto, las llegadas aéreas extranjeras representaron el 19% de lo registrado en el mismo mes de 2019. Para diciembre, se había restablecido el 56% del flujo de turistas. Pero el daño fue hecho. Los datos acumulados a finales de 2020 se situaban en 2,4 millones de visitantes extranjeros, cuatro millones menos que un año antes. Restaurar el flujo de viajeros no será fácil.

Las restricciones de movimiento y la lentitud del proceso de vacunación en todo el mundo evitarán que el país vuelva a ver la llegada de un visitante similar a la fase prepandémica de este año, afirman expertos de The Economist Intelligence Unit en un análisis. Esto pondrá en peligro el avance del empleo. Y sobre todo, aumentará el consumo de los dominicanos, ante una inflación del 5%, en el límite superior del rango meta del Banco Central. En esta recuperación económica, el gobierno debe asegurarse de compensar y no agravar los obstáculos que arrastra desde hace años, explica Carlos Malamud, investigador del Real Instituto Elcano. «Hay grandes desafíos por resolver: desigualdad, corrupción e informalidad».

Fondos publicos

La falta de recursos en el país también dejó un vacío en las arcas públicas, mitigado por la implementación de programas de asistencia para mitigar la caída de los ingresos. En 2020, las medidas de apoyo representaron el 5,3% del PIB, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Estos incluyeron recortes de impuestos y transferencias de efectivo a hogares y empresas. El año pasado, el gobierno revisó el presupuesto nacional en dos ocasiones (julio y septiembre) en respuesta a la emergencia sanitaria, lo que resultó en un aumento del déficit de 1,1% a 7,7% en comparación con el PIB. La respuesta a la pandemia ya ha pasado factura a la deuda pública, que se sitúa en el 69,2% del PIB, 18,7 puntos porcentuales más que en 2019.

«El perfil de la deuda pública genera preocupación, porque la deuda externa representa más de la mitad», afirman los expertos de The Economist Intelligence Unit. Pero para Bisonó, la confianza de que se avanza por el buen camino quedó demostrada en enero pasado, durante una emisión de bonos en los mercados internacionales por $ 2.500 millones. La fuerza de República Dominicana, dijo el ministro, no está en duda y descansa en un solo pilar: «Somos el país latinoamericano con mayor estabilidad política, social y económica», concluye.