Martha Bárcena: Embajadora de México en Estados Unidos anuncia que se jubilará «en los próximos meses»

Martha Bárcena: Embajadora de México en Estados Unidos anuncia que se jubilará "en los próximos meses"
Embajadora Martha Bárcenas, fotografiada en sus redes sociales.

Martha Bárcena, embajadora de México en Estados Unidos, se jubilará en los próximos meses. Sorprendentemente, la diplomática anunció su retiro del servicio público en una videoconferencia en la que habló de la relación bilateral, que vive momentos de tensión tras la detención del general Salvador Cienfuegos y el triunfo de Joe Biden. “He ocupado mi tiempo en Estados Unidos al servicio de mi Presidente y de mi país, sobre todo, con fidelidad y lealtad. Es hora de otra etapa en mi vida ”, dijo Bárcena, de 63 años, en respuesta a una pregunta de un participante anónimo en un foro organizado por el Baker Institute en Rice University en Houston, TX. La embajadora mexicana no ha fijado fecha para dejar una legación vital en la Cancillería, pero fuentes de la Cancillería aseguran que trabajará durante los primeros meses de la administración democrática que llega a la Casa Blanca el 20 de enero de 2021.

Bárcena dijo en la conferencia que recomendó al presidente mexicano felicitar a Joe Biden por su triunfo el lunes. Los votantes del Colegio Electoral de Estados Unidos se están reuniendo en las capitales de los estados para aprobar el resultado que lanzaron las urnas en las elecciones del 3 de noviembre. La confirmación del órgano permitirá al gobierno mexicano evaporar la posición confusa que adoptó tras la derrota de Donald Trump, quien se ha convertido en aliado del gobierno de Morena. Andrés Manuel López Obrador había pedido esperar hasta que se despejen las impugnaciones legales para felicitar a Biden. Bárcena también avivó la polémica al llamar al demócrata «el presunto presidente electo». «Siempre he dicho a lo largo de la campaña y hasta ahora que la gente no debe temer por la solidez y la integridad de las instituciones de Estados Unidos», agregó la diplomática, quien aseguró que se tomaría el tiempo para «escribir sus memorias».

Bárcena llegó a la Embajada de México en Washington en diciembre de 2018, cuando fue nombrada por el presidente Andrés Manuel López Obrador al inicio de su gobierno y luego ratificada por el Senado. Se convirtió en la primera mujer en ocupar este cargo gracias a una carrera que la había llevado a ser Embajadora en Turquía, Dinamarca, así como a ser delegada ante la ONU, UNESCO y OEA (Organización de Estados Americanos). A pesar de su antigüedad en el servicio exterior, la diplomática ha encontrado en su cargo una relación constantemente probada. La administración de Donald Trump vio en el cambio de gobierno en México la oportunidad de dictar nuevas condiciones en la relación mutua. Lo ha hecho en cuestiones como la migración, el comercio y la seguridad. Las autoridades mexicanas aprendieron en 24 meses a navegar en medio de una tormenta en curso.

La relación entre López Obrador y Trump se ha consolidado con el tiempo. Culminó en julio, cuando el presidente mexicano visitó la Casa Blanca para celebrar la entrada en vigor del nuevo acuerdo comercial para América del Norte, el T-MEC. Bárcena dio la bienvenida a la contundente delegación mexicana de empresarios de alto perfil que viajó con el Presidente con la intención de reactivar la economía. La visita fue un éxito para la parte mexicana y logró apaciguar las versiones que señalan las malas relaciones que mantiene el embajador Bárcena con el ministro de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.

La luna de miel empeoró en octubre, cuando las autoridades estadounidenses arrestaron al general Cienfuegos, exsecretario de Defensa junto a Enrique Peña Nieto (2012-2018) en Los Ángeles. El arresto, realizado por la DEA y sin el conocimiento de las autoridades mexicanas, causó un gran malestar en el Palacio Nacional. México logró con gran presión que el Ministerio de Justicia retirara los cargos, lo que llevó a los militares, acusados ​​de narcotráfico, a regresar al país como un hombre libre. Desde entonces, los dos países han luchado por restablecer una relación que se ha dañado y que ha visto erosionada la confianza. El cambio de interlocutores es una de las herramientas de esta rehabilitación.