Nicolás Maduro, el dictador acusado de múltiples violaciones a los derechos humanos y que lleva casi una década en el poder


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El gobierno de Alberto Fernández nunca condenó abiertamente al régimen chavista ante organismos internacionales.

El 5 de marzo ocurrirá una década después Nicolás Maduro es presidente de venezuela Aquella mañana en la que se confirma el fallecimiento de Hugo Chávez, apenas alguien haya imaginado que quien trascendiera por ser el vicepresidente elegido por el líder bolivariano para secundarlo en las elecciones de 2012 terminaría ocupando el cargo por casi el mismo tiempo que su antecesor.

Mientras Chávez estuvo 14 años en el poder, Maduro lleva casi 10 al frente de un gobierno que desde la mayor parte de Occidente nadie duda en definir como una dictadura. Con algunas excepciones, entre las que en los últimos años se encuentra Argentina, dubitativa a la hora de expresar su rechazo en las diferentes cumbres de la Organización de los Estados Americanos que hubo y que esta semana le abrió la puerta a Maduro para ser parte de la reunión de la Celac que llevará a cabo en Buenos Aires.

En Maduro, entre otras sospechas en su contra, se lo responsabiliza por crímenes de lesa humanidad según un informe de la OEA y, de acuerdo a la ONU, por más de 9.000 ejecuciones extrajudiciales.

Además, durante este período como presidente, mas de cuatro millones de venezolanos abandonados su pais, sumidos en una extrema pobreza. En 2019, el Departamento de Justicia de Estados Unidos fijó en 15 millones de dólares la recompensa para quien facilite su captura, por estar involucrado en delitos de narcotráfico.

La sociedad K con Maduro, a través de los años

La relación de los gobiernos argentinos con el gobierno de Nicolás Maduro fue variando a través de los años. Socio indiscutido del último tramo de la presidencia de Cristina KirchnerMauricio Macri lo enfrentó durante los cuatro años de su gobierno, condenando ante el mundo las violaciones de derechos humanos que hubo en Venezuela.

Tras la salida de Cambiemos del poder, desde el principio del mandato de Alberto Fernández, el kirchnerismo hizo valer su peso propio, designando como embajador ante la OEA a carlos raimundidirectente de origen radical pero definitivamente cristinista desde su incorporación al Frente de Todos.




Embajador de la OEA Carlos Raimundi. Foto Maxi Failla.

Ya a mediados de 2020, Raimundi había definido como «criminal» a la oposición venezolana. Pero fue el 30 de septiembre de ese año cuando dio un paso más y rechazó en la OEA, con la venia del Gobierno, un hardísimo informa contra Maduro por las graves violaciones contra los derechos humanos.

«Hay una apreciación sesgada desde el punto de vista político de lo que son las violaciones a los derechos humanos”, dijo Raimundi.

Un día después, en medio de fuertes críticas, se describió y declaró: «El informe de (Michelle) Bachelet es grave, hecho en el territorio, que expresa violaciones importantes a los derechos humanos, y Argentina no puede desconocer eso y estar sumamente preocupada ”

Un año después, Raimundi adoptó la misma postura en el caso Nicaraguaabstenerse de votar una resolución de la OEA que proclamó la liberación de los presos políticos en este país, gobernado por el dictador Daniel Ortega, otro de los cuestionados invitados a la cumbre de la Celac.

No sólo en la OEA Argentina rechazó o se mantuvo al margen de condenas contra el régimen en Venezuela. El año pasado, en la ONU, tampoco apoyó que sigan las investigaciones de la ONU por crímenes de lesa humanidad en el país caribeño. A difference de lo que había hecho en 2020, en este caso, se abstuvo en la votación en la que se extendió por dos años una misión de las organizaciones en Venezuela.

Volviendo a la OEA, en octubre pasado, hubo otra decisión oficial alineada al gobierno madurista. Sin éxito, intentó junto a México ya otros payses de la región con gobiernos de corte de izquierda, echar de las organizaciones a Juan Guaidó, principal opositor de Maduro en Venezuela y presidente de la Asamblea Nacional en este país.

La cercanía de Maduro con el kirchnerismo se dio desde el primer día de la gestión. El 8 de mayo de 2013 inclusive, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció la condecoración de Venezuela con la Orden del Libertador San Martín, qu’años después le quitaría el gobierno de Mauricio Macri.

Más allá de ese momento, el vínculo siguió intacto a través de los años, con viajes cruzados y señales de apoyo mutuo. En septiembre de 2022, tras el atentado que sufrió la ahora vicepresidenta, Maduro llamó para transmitirle su solidaridad.

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