Nuevo gobierno prepara mejoras en Cataluña y ofrece diálogo para desbloquear temas pendientes | España

Nuevo gobierno prepara mejoras en Cataluña y ofrece diálogo para desbloquear temas pendientes |  España
La ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, junto a Miquel Iceta., Durante el traspaso de la cartera de Política Territorial.JJ Guillén / EFE

El primero de los siete nuevos ministros de Pedro Sánchez, cinco mujeres y dos hombres, envió un mensaje muy claro que está pasando por el nuevo ejecutivo tras la salida de varios pesos pesados. La línea general es la de un Ejecutivo que buscará potenciar su carácter de negociación, gestión más que imagen, y que se prepara para resolver todos o la mayoría de los conflictos pendientes en esta segunda parte del legislativo a través del diálogo y la búsqueda de un amplio consenso. Desde el conflicto con Marruecos a la ley de vivienda o la renovación de la justicia pasando por la negociación decisiva con Cataluña, con un destacado nombramiento de la comisión bilateral que probablemente quedará para septiembre, todos los nuevos ministros han dejado claro que intentarían para resolver los problemas pendientes.

El que más trabajo requerirá es el de Cataluña, uno de los ejes del legislativo. El cambio aquí es significativo. Miquel Iceta, primer secretario del PSC y avezado político, cede el paso a la portavoz y en política territorial a Isabel Rodríguez, alcaldesa de Puertollano y por tanto titular del PSOE de Castilla-La Mancha, con posiciones muy distintas sobre este tema de las de la PPC. El cambio ya fue muy evidente en la inauguración. Rodríguez, a pesar del liderazgo de un ministerio que presidirá la comisión bilateral con la Generalitat durante su reunión, evitó referirse a Cataluña, aunque subrayó en su intervención la utilización del pacto como fórmula de trabajo.

La elección de Rodríguez como portavoz del Gobierno, cargo que ha convocado Iceta, demuestra también que Sánchez no quiere que Cataluña se convierta en el monotema político de cada rueda de prensa del Consejo de Ministros, tras los indultos, que podría suceder con el catalán. líder.

El Gobierno tiene la intención de llevar a la comisión bilateral, en principio prevista para este mes pero que podría aplazarse hasta septiembre y que no se reúne desde agosto de 2018, la resolución de cuestiones relativamente sencillas para mejorar la autonomía de Cataluña, como el exceso de velocidad. hasta ciertos traspasos pendientes, el retiro de ciertos recursos de inconstitucionalidad contra estándares regionales o el cierre de ciertas inversiones clave. Para la mesa de diálogo quedará la parte más complicada, es decir los medios para resolver el conflicto político.

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La llegada de Rodríguez al ministerio generó cierta sospecha en el independentismo por su cercanía al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, uno de los barones más críticos de los gestos de Sánchez hacia este mundo, incluidas las gracias. Pero fuentes gubernamentales explican que en realidad las negociaciones con los separatistas siempre se han realizado desde La Moncloa. Si antes lideraban Carmen Calvo, Iván Redondo y el propio Sánchez, ahora serán Félix Bolaños, el nuevo ministro de la Presidencia, y Óscar López, el nuevo Jefe de Gabinete, quienes liderarán el diálogo, dirigiéndose siempre Sánchez en Pere Aragonés o incluso Oriol. Junqueras para desbloquear lo que sea necesario.

Un giro muy evidente a favor de una posición más negociadora es la de Asuntos Exteriores, donde José Manuel Albares ha dejado claro que intentará resolver el conflicto lo antes posible. La posición de Arancha González Laya fue diferente, con un firme compromiso con Marruecos que Sánchez claramente no apoyó durante su sucesión. A partir de ahora, Albares tiene la tarea fundamental de utilizar todos los mecanismos diplomáticos y sus contactos para normalizar las relaciones, pero sin cambiar la posición sobre el Sahara, que Marruecos quiere y que España no puede asumir. A modo de gesto, Albares calificó a Marruecos de «gran amigo» y ya está pensando en un primer viaje para abrir un quiebre de negociaciones.

Otra inauguración que destacó este nuevo impulso negociador fue la de la nueva ministra de Transportes y Vivienda, Raquel Sánchez. La ley de vivienda ha estado estancada durante meses y el PSOE y United We Can no pueden ponerse de acuerdo sobre limitar los precios de alquiler. Pero Sánchez, que como alcalde de Gavá ha defendido esta limitación, pronunció un discurso que muestra claramente que podría encontrar sintonía con las propuestas de United We Can. “No hay derechos y no hay dignidad sin vivienda. Hablar de inclusión es hablar de vivienda y del derecho a tenerla a precios asequibles. Es el instrumento más poderoso del estado de bienestar y la fuente de la que emanan los derechos fundamentales. La vivienda y el trabajo son los pilares de nuestra dignidad. Sin vivienda no hay libertad, ni seguridad ni intimidad ”, aseguró en el relevo que trajo José Luis Ábalos, quien reveló una clara amargura por dejar el gobierno, a lo que claramente no esperaba.

La nueva ministra de Educación, Pilar Alegría, también abogó por el diálogo y el consenso durante su toma de posesión. Sin embargo, todos estos deseos se verán rápidamente cumplidos por una oposición que exige a diario la dimisión de Sánchez y la convocatoria de nuevas elecciones, por lo que no es previsible que haya siquiera unos días de tregua. El presidente y su nuevo equipo creen que tienen mucho tiempo -dos años y medio- para intentar cambiar el entorno político y sobre todo para volcar las urnas, que muestran al PP como el primer partido con opciones de incorporarse a Vox. .

Se abre un nuevo partido político que comienza efectivamente en septiembre, cuando se enrollan los ministerios y comienza la verdadera negociación, incluidos los dos más importantes y paralelos: los presupuestos y la mesa de diálogo con la Generalitat.