Ocupación de la casa de un octogenario desencadena una manifestación vecinal en Bizkaia | España

Ocupación de la casa de un octogenario desencadena una manifestación vecinal en Bizkaia |  España
Ertzaintza y policías locales en una imagen cedida por el Departamento de Seguridad.

La ocupación de la casa donde vivió Jesús Sánchez, de 85 años, durante más de seis décadas ha provocado una gran preocupación social en el municipio vizcaíno de Trapagaran. Cientos de vecinos acudieron a la casa el jueves por la tarde para reprender las acciones de los ocupantes ilegales y exigir que permitan que Jesús regrese a casa. Durante la protesta se produjeron incidentes cuando grupos de manifestantes arrojaron objetos a la vivienda ocupada y a agentes de la Ertzaintza, lo que derivó en la detención de dos personas por un ataque a las autoridades. Las personas que irrumpieron en la casa el 27 de junio aseguraron a La Sexta en declaraciones que no tenían intención de irse: “No me voy a ir. Mientras no tenga un hogar para mis hijos, no voy ”.

La familia de Jesús afirma sentirse «impotente» y ha entregado el asunto a un abogado. Inmaculada Sánchez, hija del legítimo inquilino, asegura que los ocupantes “han pisado los derechos” de su padre: “Dicen que ahora son los inquilinos. No se puede hablar con ellos porque son personas incívicas ”, ha afirmado en el programa Espejo Público de Antena 3. Al parecer, cuatro adultos y dos menores viven ahora en la casa de Jesús, aunque los vecinos han llegado a contar hasta 20 personas por las tardes. Informan que a altas horas de la noche escuchan «música, gritos y peleas».

«Vamos, vamos», «Fuera de la ciudad», gritaban a los okupas durante la manifestación ciudadana, en la que se desplegaba una pancarta con la frase Ladrones de casas exteriores. Muchos de los manifestantes lograron saltar el cordón policial que había instalado Ertzaintza y arrojaron piedras al techo y fachada de la casa ocupada.

Los agresores aprovecharon que la casa estaba vacía ya que Jesús fue llevado con una niña por problemas de salud. La empresa de vigilancia les informó el domingo 27 de junio que se habían disparado las alarmas. Fue entonces cuando descubrieron que los ocupantes ilegales se habían apoderado de la casa. José Antonio Pardal, sobrino del anciano, intentó al día siguiente contactar con ellos para convencerlos de que abandonaran la propiedad, sin éxito. Inmaculada afirma que «dicen que ahora son los inquilinos».

La familia dice que los ocupantes quemaron bienes y ropa que encontraron en su interior, informa Efe, y temen destruir documentos que prueben que Jesús vive en esta casa desde 1956. La policía local ha verificado que los ocupantes han presentado un contrato de alquiler por el apartamento que Es falso.