ONU: Próximos pasos después de la Cumbre sobre sistemas alimentarios | Red de expertos | Planeta futuro

Vivimos en una época con tendencia a lo superlativo, no hay propuesta que no se considere clave. En este escenario, es muy difícil tener una idea clara de qué hacer y dónde proceder. Es conveniente refinar y distinguir entre niveles de prioridad y relevancia para gestionar la complejidad.
El 23 de septiembre se llevó a cabo la Cumbre de Sistemas Alimentarios de las Naciones Unidas. El encuentro generó multitud de debates desde el momento en que el Secretario General anunció la convocatoria el año pasado. Además de las muchas conversaciones globales, ha habido muchas discusiones e iniciativas regionales, nacionales y locales, que en muchos casos han significado avances en traer nuevos temas a la agenda y nuevas voces.
Ahora es el momento de averiguar cómo aprovechar al máximo estos esfuerzos. Hay dos aspectos que tuvieron una fuerte presencia en el proceso de Cumbres y que serán importantes para seguir avanzando, ya que ambos tienen que ver con la toma de decisiones y su vinculación con las necesidades de todos y los intereses de las personas de diferentes grupos. . Lo que llamamos, con un poco de pedantería, gobernanza.
Sin posiciones arraigadas a nivel local y estatal, los gobiernos y otros actores no tienen suficiente orientación para participar en algunos de los debates globales en profundidad.
En primer lugar, mejorar los mecanismos de toma de decisiones nacionales y locales sobre los sistemas alimentarios es una condición necesaria para responder a los problemas locales, así como para desbloquear los mecanismos supranacionales. Sin posiciones arraigadas a nivel local y estatal, los gobiernos y otros actores carecen de orientación suficiente para abordar algunos de los debates globales en profundidad, en los que todas las partes deben renunciar a su máxima agenda para lograr consensos operativos. Asimismo, sin este vínculo a foros nacionales, las conversaciones globales siguen siendo egocéntricas y tienen una influencia limitada. Tenemos mucho que hacer para mejorar los mecanismos de gobernanza multilateral. De hecho, una de las vías más prometedoras es la de aprovechar y dar seguimiento a los debates y procesos nacionales a los que dio lugar la Cumbre.
La segunda parte se refiere a los jóvenes. No solo es urgente crear oportunidades para facilitar su integración económica, sino también para que puedan participar de manera efectiva en la toma de decisiones. Los diversos procesos de diálogo político internacional apuntan hacia estos objetivos. Sin embargo, no siempre es fácil encontrar una comprensión profunda y generalizada de lo que significa y por qué es importante.
Sin una integración real y acelerada de los jóvenes en la formación y la toma de decisiones, es difícil imaginar que las propuestas de transformación de los sistemas alimentarios o de respuesta a desafíos como el cambio climático cuenten con un apoyo suficiente y duradero para tener éxito. Las decisiones que tomemos hoy tendrán un impacto mañana, no solo en el resultado final, sino también en la distribución de costos y beneficios. No hay razón para esperar que la juventud de hoy y los líderes del mañana se sientan presionados a defender resoluciones que no los toman en cuenta, lo que también puede parecer injusto.
No lograremos transformar los sistemas alimentarios, haciéndolos contribuir al bienestar general y la realización de los derechos humanos, como la alimentación adecuada, la salud o la igualdad de género, si no mejoramos los mecanismos de gobernanza para conectar lo local y lo local. global e integrar a los jóvenes en la toma de decisiones. Entonces, pongámonos manos a la obra.
Juan Carlos García y la cebollaes el jefe deEquipo de la FAO sobre el derecho a la alimentación.
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