Precios de la luz: Fallos del mercado de la electricidad | Economía

Precios de la luz: Fallos del mercado de la electricidad |  Economía
Una persona pasa junto a varias torres de alta tensión en Madrid.Paul Blanc / AP

La disparatada subida del precio de la electricidad registrada en los últimos meses en España ha dejado al descubierto la deficiente regulación del mercado eléctrico. El problema del sector no es la falta de regulación, sino una regulación históricamente ineficaz.

La evolución del precio de la electricidad, que alcanzó los 140 euros el megavatio hora (MWh) a principios de mes, reveló que nuestro mercado está mucho menos regulado que el mercado europeo, donde los ciudadanos tampoco han sufrido subidas brutales y brutales. .

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Este problema se ha visto agravado por el comportamiento de algunas empresas que se han aprovechado de la economía alcista para vender electricidad a tres veces su coste de producción, como ha sido el caso de las hidroeléctricas y nucleares, con instalaciones ya amortizadas. El incremento del coste de la electricidad producida con gas también ha despertado desconfianza al aplicar los últimos precios que son más caros, aunque anteriormente lo habían adquirido mucho más barato.

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Se sospecha que el aumento de los derechos de emisión de CO₂ ha sido estimulado por la entrada de especuladores internacionales que han distorsionado los precios al alza. Regalías que no se deben cobrar por tecnologías no contaminantes.

Los ciudadanos pueden sentir que este es un problema muy complejo, pero ven que nuestro sistema es peor que el de nuestros vecinos. El sistema eléctrico ha intervenido fuertemente en todos los países para corregir sus ineficiencias. El reglamento tiene como objetivo corregir las supuestas fallas del mercado, que en nuestro caso han sido sumamente beneficiosas para las empresas en detrimento de los ciudadanos y las empresas.

La economista Mariana Mazzucato ha propuesto un cambio radical para enfrentar los desafíos que el sistema capitalista actual es incapaz de resolver. En su libro reciente Economía de misiones. Una guía para cambiar el capitalismo (Taureau), propone repensar el papel de los Estados para recuperar su función social y el sentido del interés general.

Mazzucato propone reemplazar la idea de que el papel del gobierno es «resolver, regular, redistribuir: corregir los mercados que funcionan mal», por una nueva reflexión orientada por las misiones. El enfoque de misión implica que la economía política utiliza la idea de utilidad pública para orientar las políticas y la actividad empresarial. Según él, «la utilidad pública debe ser un elemento fundamental en la forma de generar riqueza de forma colectiva».

Una estrategia basada en la misión “significa diseñar políticas que catalicen la inversión, la innovación y la colaboración entre una amplia variedad de agentes económicos, involucrando tanto a las empresas como a los ciudadanos”. En resumen, dé forma al mercado primero y no corrija después. Es decir plantear previamente «qué tipo de mercados queremos en lugar de qué problema de mercado debemos corregir».

A la luz de estas ideas, es necesario que la nueva concepción del sector se beneficie de la participación activa de todas las partes interesadas, en particular las asociaciones de consumidores. Tenemos que compensar el inmenso poder de las empresas para lograr un sistema equilibrado.