¿Puede ser rentable la inversión sostenible? | Si hubiera sabido | Economía

¿Puede ser rentable la inversión sostenible?  |  Si hubiera sabido |  Economía

La inversión sostenible está de moda. Cientos y cientos de millones de dólares se invierten cada año en el mundo de acuerdo con criterios ambientales, sociales y de gobernanza o ESG (Environmental, Social and Governance). Según datos de Morningstar, proveedor de análisis y ratings de productos financieros, en 2020 la inversión en este tipo de fondos superó los 1,7 billones de dólares. La cantidad es equivalente al PIB total de un país como Rusia.

Una encuesta realizada por la consultora Natixis revela que tres cuartas partes de los inversores profesionales ya tienen en cuenta factores ASG, como las emisiones de CO2, la privacidad del consumidor, las relaciones sociales o el grado de transparencia.

Según Deloitte, para 2025, los activos administrados de acuerdo con principios de sostenibilidad representarán al menos la mitad de los fondos administrados profesionalmente en todo el mundo. Además de esta tendencia, están los bonos verdes que emiten empresas y gobiernos para, por ejemplo, financiar planes de transición energética. El banco suizo UBS estima que este mercado ronda actualmente el billón de dólares.

Por qué apostar por la inversión sostenible

Hay dos buenas razones para invertir con una perspectiva ASG: el potencial de mercado y el riesgo minoritario. John Kerry, ex candidato presidencial de Estados Unidos y actual jefe de política climática del presidente Joe Biden, llama a este tipo de inversión «el mercado más grande del mundo en la historia».

Muchos países ya se han fijado ambiciosos objetivos medioambientales. Estados Unidos se ha comprometido a reducir a la mitad sus emisiones de CO2 para 2030; China, la nación más contaminante del planeta en la actualidad, quiere lograr cero emisiones para 2060. Para lograr estos objetivos, las inversiones públicas y privadas de cientos de miles de millones son según sea necesario.

Además, estos importantes proyectos políticos van acompañados de nuevas regulaciones e impuestos. La Unión Europea, por ejemplo, está considerando nuevos límites de emisión para las empresas e incluso está considerando establecer una tarifa de carbono en la frontera para los productos importados.

Con este panorama, las empresas que no se preocupan por cumplir con las reglas de este nuevo ecosistema verde pueden ver cómo sufre su cuenta de resultados. Por otro lado, los que mejor rindan estarán, sin duda, mejor situados. Por tanto, tener en cuenta los criterios ASG antes de invertir puede ser fundamental, ya que te permite construir carteras más sólidas, con menor riesgo y mayor potencial. Los gerentes profesionales ya lo están haciendo. Quizás ha llegado el momento de que lo hagamos.

¿Por qué deberíamos preocuparnos por la inversión sostenible? ¿Es solo un lema político y una moda pasajera? ¿Es realmente rentable? Estas preguntas son respondidas por el primer episodio de Si hubiera sabido, el nuevo canal impulsado por Mutuactivos que ayuda a esclarecer las principales claves de los mercados financieros.