Reforma fiscal: Iván Duque se acerca a los manifestantes para poner fin a la violencia en las calles de Colombia | Internacional

Reforma fiscal: Iván Duque se acerca a los manifestantes para poner fin a la violencia en las calles de Colombia |  Internacional
Un hombre mira a través de una ventana rota de una comisaría de policía destrozada después de una protesta en Bogotá el 5 de mayo.LUISA GONZALEZ / Reuters

Iván Duque intenta recuperar la iniciativa política. El mandatario colombiano ofreció un diálogo a los organizadores de las protestas que, durante una semana, salieron a las calles para mostrar su descontento con el gobierno y la situación que atraviesa el país. El asesinato de manifestantes por parte de las fuerzas de seguridad y el vandalismo de encapuchados contra comercios, bancos y comisarías han elevado la tensión al máximo. El país ha estado congelado durante una semana, las ciudades y carreteras están bloqueadas y las tiendas con las persianas bajadas.

Más información

El gobierno utilizó una frase de Álvaro Gómez Hurtado, un líder conservador histórico asesinado en Bogotá en 1995, para acercarse a los líderes de las protestas: «Un acuerdo sobre lo fundamental». Es decir, un mínimo desde el que construir un diálogo que ayude a unir a la sociedad colombiana. «No soy una persona de parcialidad», dijo Duque en Radio Blu. “Mucha gente me ha dicho que si me encuentro con Tymoshenko (un exguerrillero de las FARC que se unió al proceso de paz). Si lo hice con él, ¿cómo no voy a encontrarme con otros líderes políticos? No podemos cortar los espacios de conversación ”.

En video, Iván Duque, el presidente colombiano, llamó este miércoles al diálogo «sin diferencias ideológicas» de cara a las manifestaciones. EFE / PRESIDENCIA DE COLOMBIA

El emisario de Duque para materializar este acercamiento con los líderes de la protesta es Miguel Ceballos, Alto Comisionado para la Paz. Por teléfono, Ceballos asegura que su principal misión es frenar la violencia que, de momento, ha costado la vida a 20 personas y ha herido a más de 800. El director de Policía, general Vargas, asegura que ‘no recibió a sus hombres ordenaron disparar, aunque, según informes, algunos de ellos dispararon para matar a manifestantes desarmados. “Más violencia, no queremos abuso por parte de la policía o manifestantes contra la sociedad civil o las fuerzas del orden”, dijo.

Las protestas comenzaron hace una semana para exigir el retiro de la reforma tributaria, una subida de impuestos con la que el gobierno quiso tapar el hueco que la pandemia había dejado en las arcas. Los expertos económicos han defendido este ajuste fiscal como un mecanismo para distribuir mejor la riqueza, entre otras cosas. En el cuarto día de enfrentamientos en las calles, con el ejército patrullando los pueblos, el presidente retiró la reforma y dejó caer al ministro de Hacienda que la había impulsado. Estas decisiones no han calmado las aguas. La herida de Colombia es más profunda que un simple proyecto de ley que no fue aprobado por el Congreso. Por ello, Ceballos, en el marco de este diálogo, considera que es fundamental apaciguar la crisis para acelerar la vacunación, reactivar la economía y ofrecer formación universitaria gratuita a personas de bajos ingresos.

Estos jóvenes a los que el duque intenta complacer son ahora los protagonistas de esta crisis, para bien o para mal. Han generado críticas contra el gobierno, contra un presidente con el que no se sienten identificados a pesar de que son los más jóvenes que han gobernado en Colombia. Duque tendrá solo 46 años cuando deje de ser presidente en once meses. Pero los jóvenes también han provocado muertes. Algunas de las víctimas eran apenas adolescentes.

En Cali, ciudad bloqueada durante varios días por tierra y aire, se produjeron numerosos enfrentamientos entre jóvenes y policías en los barrios más marginales. Niños sin estudios, sin trabajo y sin futuro claro. Cinco de ellos murieron el martes por la noche. En las redes sociales, el hashtag # Nosestánmatando se ha vuelto viral.

Sin embargo, los mayores disturbios del miércoles tuvieron lugar en la capital, Bogotá. La alcaldesa, Claudia López, destacó que la escalada de violencia «fue brutal». Hay más de 70 manifestantes y 16 policías heridos. Un centro de atención inmediata, pequeñas comisarías repartidas por los barrios, fue incendiado con diez agentes en su interior. Los manifestantes suelen atacar estos lugares porque la policía mató allí a un joven el año pasado.

Mientras tanto, Duque busca sofocar la furia acercándose a ellos. El día que anuló la reforma tributaria, el proyecto insignia de su mandato, dijo que intentaría construir una nueva con más consenso. No pudo hacerlo. Según los que lo rodean, apenas duerme y espera este diálogo que retomará la agenda de su gobierno para las próximas dos semanas y los orígenes de la violencia. Antes de salvar el afluente hay que calmar las calles del país.

Suscríbete aquí ala boletín de EL PAÍS América y reciba todas las claves informativas de la situación actual de la región