El comercio entre República Dominicana y China ha mostrado un aumento continuo en años recientes, impulsado principalmente por un incremento notable en las importaciones provenientes del país asiático. No obstante, esta relación comercial sigue caracterizándose por un notable desequilibrio, dejando a la nación caribeña con un considerable déficit en su balanza comercial.
Entre los años 2020 y 2024, el comercio bilateral entre ambos países superó los 22,428 millones de dólares, según cifras oficiales. De ese monto, más de 19,894 millones corresponden al déficit acumulado que refleja la diferencia entre lo que el país importa desde China y lo que logra exportar hacia ese destino. Esta disparidad, aunque previsible por la diferencia en capacidad industrial y estructura económica, plantea desafíos importantes para la estrategia comercial dominicana.
En el año 2020, las importaciones dominicanas desde China sumaban 2,927.5 millones de dólares. Para el cierre de 2024, esa cifra había escalado hasta los 5,210.6 millones, lo que representa un aumento del 77.99 % en apenas cuatro años. Esta aceleración responde a la alta demanda de productos manufacturados, electrónicos y tecnológicos de bajo costo, características que han posicionado a China como uno de los principales proveedores del mercado dominicano.
Los artículos más importados en ese periodo abarcan una variedad extensa de productos. Destacan principalmente las máquinas automáticas para procesar o tratar datos, que son digitales y portátiles, acumulando un monto de 616.9 millones de dólares. Les siguen en la lista los teléfonos inteligentes, con un valor de 607.7 millones, y otros dispositivos de comunicación móvil, que ascienden a 478.5 millones.
Las importaciones de módulos o paneles de células fotovoltaicas alcanzaron los 435.5 millones, al igual que los productos de plástico y sus manufacturas, que llegaron a 416.4 millones. Las motocicletas y ciclomotores sumaron un total de 349.0 millones, mientras que las partes y piezas para la industria alcanzaron los 376.1 millones de dólares.
Entre los productos destacados se encuentran láminas de hierro o acero no aleadas (293.3 millones), vacunas para seres humanos (274.6 millones) y dispositivos para la transmisión de audio y video (271.4 millones).
Hasta 2025, las importaciones han mantenido su crecimiento, alcanzando los 2,065.2 millones de dólares. Los teléfonos inteligentes permanecen a la cabeza con un total de 91.0 millones solo en los primeros cinco meses del año. Además, se incluyen los automóviles de pasajeros, que muestran un valor de importación de 26.4 millones de dólares, destacando una diversificación en los productos solicitados por el mercado local.
En cuanto a las exportaciones, la perspectiva es más discreta. Entre los años 2020 y 2024, las exportaciones desde República Dominicana a China alcanzaron solamente un total de 1,267 millones de dólares, abarcando 463 productos diferentes. El ferroníquel se destaca con un monto acumulado de 520.9 millones de dólares, estableciéndose como el principal producto vendido al gigante asiático.
Otros artículos que han sobresalido comprenden minerales de cobre y sus concentrados (260.2 millones), dispositivos médicos y quirúrgicos (144.5 millones), tabaco no procesado (123.6 millones), minerales de zinc y sus concentrados (73.4 millones), residuos y restos de cobre (42.0 millones) y aparatos para uso ostomizado (40.6 millones de dólares).
Durante el período inicial de cinco meses de 2025, las ventas al exterior de la República Dominicana hacia China alcanzaron los 130.6 millones de dólares, mostrando una pequeña disminución interanual del 1.5 % en relación con el mismo lapso de 2024.
Este desequilibrio estructural en el comercio bilateral resalta la necesidad de fortalecer la estrategia exportadora dominicana, diversificar su oferta y fomentar una mayor competitividad en sectores con potencial. Al mismo tiempo, abre un debate sobre la dependencia creciente de productos chinos y el impacto que esto podría tener en la industria y el empleo local si no se equilibran las condiciones comerciales con acciones concretas de política económica.