Simone Biles regresa al Mundial de gimnasia artística como la gran favorita | Deportes

Simone Biles vuelve a Amberes. Donde todo empezó. Su primer Mundial en su carrera, su primera victoria internacional prematura. Y su primer golpe en la mesa como prodigio de la gimnasia artística con 16 años. Desde entonces ha pasado una década, y la figura de Simone Biles solo ha crecido. Tras 25 medallas mundialistas y siete olímpicas, Biles regresa al Mundial de gimnasia artística de Bélgica con la intención de ganarlo todo. Una cita, además, en la que los deportistas buscarán un hueco para los Juegos Olímpicos de París 2024. Más de 500 atletas de 80 países lucharán para ser uno de los 192 gimnastas de los Juegos. El Antwerp Sporpaleis de Amberes -con capacidad para 23.000 personas- se llenará para ver los saltos y acrobacias de Biles, que puede conseguir su sexto título mundial, del 30 de septiembre al 8 de octubre.

Pero este no es el debut de la estadounidense tras su parón. El pasado agosto Biles ya regresó por todo lo alto, como ella sabe. Tras apartarse de la gimnasia por problemas de salud mental -sufrió de twisties, conocidos como la desconexión entre el cuerpo y la mente- durante la final por equipos de los juegos de Tokio 2020, Simone volvió a competir, y lo hizo en su casa, en el US Classic. Convirtió una discreta competición clasificatoria para el campeonato de EE. UU. en un espectáculo, con todas las entradas vendidas y las gradas a rebosar. Y a finales de agosto logró su octavo título nacional. Más que ningún otro gimnasta. Siempre sonriente. “Quiero seguir persiguiendo los objetivos que puedo lograr. Este año hago las cosas un poco diferentes a como las hice en el pasado, creo que está funcionando y lo mantendré en secreto”, afirmó Biles tras el torneo nacional.

Se fue de vacaciones, empezó terapia y se casó esta primavera con Jonhatan Owens. Y entrenó. Ahora, en el Mundial, tiene la oportunidad de alcanzar su sexta victoria en el all around (concurso general) y rememorar su primer título con 16 años. También intentará superar a la leyenda bielorrusa Vitaly Scherbo, la figura de la disciplina con más preseas entre mundiales y Juegos Olímpicos (33), una más que Biles (32), igualada con Larida Latynina. Con dos metales alcanzaría el récord. Para ella no será complicado: es la favorita en salto y suelo, las dos grandes especialidades de la estadounidense. En barras asimétricas el podio se disputará entre la brasileña Rebeca Andrade -campeona del mundo el año pasado-, Kaylia Nemour, Qui Qiyuan y también Shilese Jones. Pero en las barras de equilibrio, además de la propia Biles, habrá que seguirle la pista a Ashikawa Uraua, a Qui y a Zhang Qingying.

El all around lleva el nombre de Biles. Pero en el resto de los escalones del podio la lucha será más ajustada. Andrade tendrá que hacer frente a Jones, que el año pasado se llevó a Estados Unidos la plata, mientras que Jessica Gadirova, de Gran Bretaña, logró el bronce. Ambas con intenciones de volver a estar entre las tres mejores, siempre con la mirada en Melanie Dos Santos y Miyata Shoko.

Simone Biles se entrena en la barra de equilibrios de Amberes.YVES HERMAN (REUTERS)

Biles liderará al equipo estadounidense, que ya tiene una plaza en los Juegos Olímpicos y que opta a ganar la séptima medalla de oro consecutiva. Gran Bretaña -también clasificado- defenderá la plata, y el bronce estará reñido entre Italia, Brasil, Francia, Japón, China o Canadá, que se llevó el tercer puesto el año pasado. En el masculino se prevé una lucha entre los equipos de Japón, con el campeón olímpico Hashimoto Daiki, y China, que no contará con su estrella: el campeón mundial de 2021 Zhan Boheng. España, por su parte, aspira a repetir la clasificación para los Juegos. El equipo masculino, con Néstor Abad y Ray Zapata, tiene más cerca la plaza olímpica si repiten el solvente sexto lugar del año pasado. El femenino, con una joven Laura Casabuena, por el contrario, tiene más difícil entrar entre los nueve mejores.

En el último campeonato internacional en el que participó, en 2019, Biles demostró madurez y logró cinco medallas de oro (por equipos, all around, suelo, salto y barra de equilibrios). “Creo que lo que significa el éxito para mí ha cambiado un poco, porque antes todo el mundo definía el éxito por mí, aunque yo tuviera mi propia opinión de lo que quería”, ha afirmado Biles antes de la competición. Ahora es simplemente estar, sentirme bien mentalmente, divertirme y que pase lo que tenga que pasar”.

Este año Biles tiene la oportunidad de soplar las velas de su décimo aniversario en Mundiales. Pequeña, veloz, increíblemente atlética. Con su seguridad recompuesta, volverá a girar en el aire con mortales, y a caer, como pegada a la colchoneta, sin necesidad de mover los brazos para equilibrarse. Ha vuelto Simone Biles para aumentar su leyenda.

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