The Perfect Energy Storm llega a los bolsillos de los consumidores | Economía

The Perfect Energy Storm llega a los bolsillos de los consumidores |  Economía

La luz está en su punto máximo, llenar el tanque del automóvil cuesta $ 20 más que en marzo, e incluso una botella de butano es más cara que cualquier verano. En pleine opération après un an et demi de verrouillage en raison de la pandémie et avec des températures qui montent en flèche nécessitant la climatisation à toute heure, les ménages et les consommateurs espagnols sont obligés de payer pour l’énergie la plus chère de l’ historia. The Perfect Energy Storm golpea los bolsillos de los ciudadanos.

Esta ciclogénesis energética ha elevado el precio del gas natural debido a la explosión de la demanda china y las restricciones rusas, o la especulación de los inversores internacionales está desencadenando el mercado de derechos de dióxido de carbono (CO2), la tasa con la que la UE grava los combustibles fósiles para promover la adopción de energías renovables

Más información

Ya es costumbre que el Ejecutivo se esconda detrás de factores externos para justificar la escalada de precios y la oposición lo acusa de los fallos del modelo energético español, un sistema diseñado a partir de las medidas correctoras de los distintos gobiernos del PSOE y del PP.

Las empresas eléctricas señalan que existen factores singulares en el mercado español que se derivan de las decisiones que han adoptado los sucesivos gobiernos y que nada tienen que ver con los mercados internacionales: el cierre acelerado de centrales nucleares y de carbón; el sistema de precios; dependencia del gas argelino, ausencia de una conexión eléctrica suficiente con Francia y, sobre todo, una apuesta entusiasta por la rápida transición a las energías renovables mediante un generoso sistema de bonificaciones a las empresas que, en definitiva, recae en el consumidor final. Ninguna de estas políticas fue impuesta por Bruselas ni por la presión de los mercados internacionales. Fueron adoptados en limón por los sucesivos gobiernos del PP y del PSOE.

«España quería ser la primera de su clase en materia de energías limpias, pero no parece querer asumir el coste de este esfuerzo», explica el responsable de una empresa energética, que recuerda que países como Alemania o Polonia han reactivado sus centrales eléctricas de carbón, sin contar con las macrocentrales de carbón encargadas por China en 2020 por 38,4 GW, lo que representa el 76% del total mundial (50,3 GW), según Global Energy Monitor (GEM). Francia, por su parte, ha aumentado la vida útil de 32 reactores nucleares de 40 a 50 años, en un país donde la energía nuclear representa el 77% del consumo eléctrico y cuenta con 58 reactores.

En España, la apuesta por las energías renovables continúa sin rebajar la factura. Por el contrario, el precio medio de la electricidad en el mercado mayorista alcanzó un nuevo máximo histórico el pasado miércoles, superando el nivel de los 106 euros / MWh, rompiendo un récord histórico que databa del 11 de enero de 2002.

Disco ligero

El motivo de esta escalada es una combinación de factores: el aumento de los precios del gas y los derechos de emisión de CO2, la menor aportación de las renovables en el mix energético utilizado para fijar el precio, la climatología con ausencia de viento que paraliza la aportación de la energía eólica y el aumento de la demanda debido a la ola de calor.

Sin embargo, estos datos deben ponerse en contexto. El precio de la energía pesa casi el 24% en la factura, mientras que en torno al 55% corresponde a los peajes -el costo de las redes de transmisión y distribución- y a los cobros -las primas por energías renovables, el subsidio a tarifa extrapeninsular y deficitaria-, y el resto son impuestos.

Además, las fluctuaciones diarias de precios afectan a los consumidores cubiertos por la tarifa regulada (PVPC), algo más de 10 millones, mientras que los del mercado libre están exentos -alrededor de 17 millones-, ya que tienen un precio pactado con su empresa.

A fines de la primavera, el gobierno decidió reducir los impuestos para mitigar el aumento del costo de la electricidad. Pero el incremento de las últimas semanas ha neutralizado la medida de emergencia que adoptó el gobierno el 24 de junio con la rebaja del IVA a la electricidad del 21% al 10% hasta finales de este año para todos los consumidores.con una potencia de contrato de hasta 10 kilovatios y la suspensión del impuesto del 7% a la producción de electricidad durante tres meses.

A pesar de estas medidas, la factura de la luz de un usuario medio aumentó un 34,6% (21,7 euros más) en la primera quincena de julio respecto al mismo mes del año pasado, cuando la factura fue de 62,67 euros, según los cálculos de las asociaciones de consumidores.

El gobierno ahora tiene un margen de maniobra muy estrecho. Puede reducir aún más los impuestos, pero a costa de un déficit vertiginoso. El ministro de Transición Ecológica, en declaraciones a EL PAÍS, en cambio subrayó la necesidad de que Bruselas cambie las reglas del juego y modifique el sistema marginalista actual, lo que significa que todas las tecnologías (renovables y combustibles fósiles) que entran en juego Elija el precio de energía más caro en un momento dado.

Ribera también admitió que los derechos de CO2, que se crearon para acelerar la transición a energías más limpias, se han convertido en un mercado especulativo para los fondos de inversión. De hecho, existe la paradoja de que los principales especuladores en este mercado son los fondos chinos y estadounidenses, los países más contaminantes del mundo.

Por si fuera poco, los consumidores, acostumbrados a la bajada del precio de la botella de butano durante los meses de verano, han subido este año por primera vez en mucho tiempo. Precisamente, la tradicional botella de butano vale ahora 15,37 euros, un incremento que no ha parado desde noviembre de 2020, acumulando una subida del 27%, la más alta de los últimos seis años.

Según estimaciones de la OCU, la subida del precio de la energía se traducirá en un incremento medio de la factura energética anual de los hogares hasta los 505 euros: 311 de gasolina para coches (250 si utilizan diésel), 55 de gas y 139 de electricidad. . . Como dice el refrán, el último en apagar la luz.