Tokio 2021: Del control al suspenso, España suda los cuartos | Juegos Olímpicos 2021
Viniendo de las sombras, Mikel Merino ha llenado el déficit que acompaña a España en estos Juegos y le ha llevado a los cuartos de final, en los que se enfrentará a Costa de Marfil el sábado (10:00 am hora española) en su condición de primera del grupo y gracias a los obtenidos este miércoles ante Argentina (1-1). Juego adicional, falta de definición. Domino, como siempre, pero nuevamente estuvo tierna en los últimos metros, cuando corría. En cualquier caso, el navarro apareció en Saitama para abrir la caja fuerte de las cruces y Unai Simón contuvo el arreón final de la albiceleste, desmantelado a favor de Egipto. Por tanto, dos conexiones merecen el desvío: Asensio-Oyarzabal hace tres días, Olmo-Merino esta vez.
Como en los dos encuentros anteriores, España monopolizó el balón y el escenario quedó prácticamente empatado; es decir, uno propuesto y el otro esperado, con la diferencia de que Argentina no es ni Egipto ni Australia, y maneja escenarios terminales de forma diferente. El equipo de Sergio Batista se resignó a la pelota y se centró en eludir la elaboración, sembrando minas por aquí y por allá, intentando liderar el duelo en su tierra; es decir, obstáculos, discusiones y una pierna fuerte, esperando volar y encontrar un hueco para materializar una transición, vertical tres cuartos hacia adelante.
Sin embargo, España no entró en el trapo y se adhirió al esquema indiscutible que defiende el técnico Luis de la Fuente: toque, toque y más toque. Dominó los primeros veinte minutos abriendo el campo, los defensas salieron limpios y Zubimendi oxigenando; Circulación dinámica, Cucurella profundiza en el carril izquierdo y Asensio y Dani Olmo se ofrecen junto al ataque. El madridista, decisivo ante Australia, volvió al once, en el que reapareció Merino tras el descanso que le concedió el técnico el domingo.
Los navarros recuperaron sus galones y dieron un paso adelante. A falta de puñetazo, su jerarquía y su incorporación desde la segunda fila son un activo irrenunciable, sobre todo en partidos donde el rival cierra y España debe buscar variables. Ante Argentina, el escenario requería rumiar, pero sin caer en la trampa del enredo. Aunque solo hubo un dueño del balón y Dani Olmo pegó primero en una falta que Ledesma repelió con su particular récord, el equipo sudamericano ganó yardas hábilmente; Salió de la esquina, se estiró y respiró hondo con algunas incursiones tranquilizadoras.
En la más peligrosa, una apertura de MacAllister le dio a Barco un perfil recto y el remate agudo golpeó el costado de la red, luego de que Unai Simón aterrizara con la punta de los dedos. Pero fue solo un espejismo. Aunque Pedri no tuvo su día más inspirado, España continuó con el monólogo y durante un raid de Cucurella estuvo a punto de encontrar el premio poco antes del intermedio, pero su precisión en el pase desde la línea de fondo no tuvo continuidad en la bota izquierda. . Oyarzabal, que echó el cuerpo hacia atrás y se puso demasiado alto. En cualquier caso, el vasco volvió a ser el elemento más intimidante.
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Simon entra en escena
En el reinicio, el récord obligó a Argentina a estirarse y salir bajo presión. Más expuesto, cedió espacios y allí España empezó a beneficiarse de los dolores de cabeza de Dani Olmo y de la creatividad en la zona franca. El delantero del Leipzig también tenía una opción muy clara, pero apretó demasiado el hilo y poco después, repitió Oyarzabal, todavía con la vista mal ajustada, volvió a subir. Sin embargo, Merino no falló. El centrocampista de la Real hizo lo que suele hacer, esa virtud de aparecer, y con una patada sedosa desde el pie izquierdo, validó la bajada de Olmo en el primer toque, tras un pasado centro desde la derecha de Asensio. Capital el capitán.
A partir de ahí, Argentina no tuvo más remedio que jugar una carta y cargar. Iba avanzando líneas y con muy poco estuvo cerca de poner en apuros a los hombres de De la Fuente. Pero Unai Simón respondió que en este torneo era hasta ahora un espectador privilegiado. Si era necesario, lo estaba. El portero intervino primero con un disparo envenenado, luego mostró reflejos durante un fallido despeje de Zubimendi a quemarropa. Sin embargo, no pudo hacer nada antes de que Belmonte se dirigiera, completamente solo, en el claro que provocó el cambio en las marcas de una esquina. Y ahí quedó la cosa. España llena los teatros. Los sufrió, pero los pasa por alto.
ES EL BANDOLERA DE CÁMARA
10:00 horas: España-Costa de Marfil.
11:00 am: Japón-Nueva Zelanda.
12 del mediodía: Brasil-Egipto.
1:00 p.m.: Corea del Sur-México.
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