UGT advierte al gobierno que si congela el salario mínimo en 2021, obstaculizará las próximas negociaciones de reforma | Economía

UGT advierte al gobierno que si congela el salario mínimo en 2021, obstaculizará las próximas negociaciones de reforma |  Economía

El inicio del rumbo político suele ir acompañado de una exposición de las principales líneas que allí desplegarán los distintos agentes sociales. Desde la UGT, su secretario general, Pepe Álvarez, traspasó este miércoles las posiciones del sindicato de cara a los frentes abiertos que hay que negociar: el aumento (o no) del salario mínimo interprofesional (SMI), la segunda parte de la reforma previsional, la ampliación de la ERTE y la derogación de la reforma laboral. Respecto al primero de los temas, sus declaraciones fueron contundentes: no hay razón para no aumentarlo este año y no firmarán ningún acuerdo que no incluya una trayectoria de aumento para los años 2022 y 2023. Álvarez colocó a los empresarios en el centro. de los desacuerdos que han impedido llegar a un acuerdo en las dos reuniones celebradas hasta el momento.

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“Es que no hay un solo argumento válido de que los empresarios no quieran aumentar el SMI este año”, dijo Álvarez. Sin embargo, se mostró cauteloso sobre la posición final que adoptará la Confederación Española de Organizaciones Profesionales (CEOE), a la que pidió colaboración, porque «cuando se celebran acuerdos, en general, son más equilibrados», ha subrayado. Fuentes de la CEOE confirmaron a EL PAÍS que el resultado de la comisión organizada por la patronal para este miércoles no cambió su posición inicial: no quieren ningún aumento para el año en curso, aunque están abierta la negociación para los años 2022. y 2023.

Por tanto, la barrera es insuperable para los sindicatos y los empresarios en esta etapa del partido. Álvarez a indiqué qu’ils ne seraient prêts à assouplir leurs positions pour 2021 que si un accord est conclu pour les deux prochaines années qui porte le SMI à 1 060 euros en 2023. En aucun cas, ils ne signeront un pacte qui se limitera à este año. . Y menos si el importe final no encaja en el baremo solicitado por el sindicato: entre 25 y 30 euros. «Haremos todo para que la CEOE firme, y si finalmente decide no hacerlo, tendrá que explicar al público las razones objetivas por las que no lo hace», advirtió el líder de la UGT.

Si bien todas las fuentes de diálogo social consultadas coinciden en señalar que durante las negociaciones no se discutió un monto específico, lo cierto es que hay líneas rojas de cada una de las partes. El de los sindicatos, es, en boca de Pepe Álvarez, que en 2022 el salario base alcanzará los 1.000 euros. De lo contrario, y si se mantiene congelado este año y no se hacen acuerdos para el futuro, Álvarez advirtió que no se detendrán. «Habrá movilizaciones y trataremos de ser más importantes que los que estamos liderando, aprovechando la mejora de la situación pandémica», advirtió.

Al mismo tiempo, admitió que si no se logra un consenso con el gobierno y los empresarios en la negociación del SMI, podría alterar su sensibilidad hacia las próximas reuniones. “Nos generaría una situación de evidente malestar”, dijo Álvarez, quien aprovechando las distintas voces (y posiciones) que se expresaron por el gobierno de coalición, quiso mandarles un mensaje: “Parece que el gobierno de Le habla por si mismo. Deje que un vicepresidente responda a otro, o deje que un ministro responda a otro. Espero que pese la palabra del Primer Ministro ”, dijo, refiriéndose a la voluntad expresada hace unas semanas por Pedro Sánchez de que el aumento del SMI se produzca“ de inmediato ”.

Cierre ilógico

En cuanto al baile de los tiempos de la entrada en vigor en septiembre u octubre de un hipotético aumento del salario mínimo para 2021, Álvarez se alejó mucho de esta guerra interna que mantiene la vicepresidenta económica, Nadia Calviño (a favor de su aplazamiento por un mes, hasta octubre) y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. La propia Calviño dijo este miércoles, en entrevista con Onda Cero, que no entendería un cierre de la patronal mientras que en unos días comenzarán las reuniones para ampliar el plazo de aplicación de los expedientes normativos de trabajo temporal (ERTE). “No parece lógico que dentro de tres días iniciemos una negociación en la que los representantes de la empresa digan que las bonificaciones y los beneficios deben extenderse cuando no hay acuerdo. Es muy difícil de explicar ”, les reprochó el vicepresidente.

Calviño no fue el único funcionario del gobierno que habló hoy sobre las negociaciones del IMS. El consejero de Seguridad Social, José Luis Escrivá, indicó que un incremento “podría afectar a determinados sectores y áreas geográficas -una de las propuestas de la patronal es diferenciar el importe del SMI por territorios- de forma acotada. No se puede diseñar una política económica que beneficie completamente a todos ”. Y agregó: «Siempre hay que elegir y, al elegir, el efecto general de la redistribución del ingreso supera claramente los bajos costos que puede tener en el empleo cuando se opera a bajo costo. Niveles razonables de salario mínimo».

Preguntado por estas palabras, Álvarez cuestionó que «los representantes que no están en la mesa de negociación hacen estos comentarios cuando no están más tarde», y argumentó que por el momento no hay un calendario de reuniones establecido para atender las otras reformas que aún están pendientes. por definir.