Vacunan a un peruano de 121 años contra el Covid-19

Vacunan a un peruano de 121 años contra el Covid-19

Marcelino Abad, un peruano de 121 años, fue vacunado contra el Covid-19 en su casa de una pequeña aldea de los Andes donde se le conoce con el sobrenombre de « Mashico », según informó el Ministerio de Salud de Perú en un comunicado.

Nacido en 1900, Abad es el ciudadano más anciano de la región central de Huánuco, donde vive en el caserío de Cormilla, aldea perteneciente al municipio de Chaglla.

Allí, el centenario ‘Mashico’ recibió la primera de dos dosis de la vacuna Covid-19, cuya distribución fuera de Lima ha aumentado significativamente gracias a la llegada de los primeros lotes del laboratorio británico. AstraZeneca.

Para llegar a su casa, el equipo de vacunadores tuvo que caminar hasta tres horas en carreteras de montaña zonas rurales de difícil geografía.

Con las vacunas a cuestas, la brigada de salud despertó la alegría de los habitantes y en especial de Abad, que ya es uno de los 5,000 personas mayores vacunados en la región de Huánuco.

Durante la última semana, el proceso de vacunación se ha acelerado, también gracias a la llegada en abril de más de 800.000 dosis de Pfizer.

El viernes, el país alcanzó su primer millón de personas vacunadas contra Covid-19, más de la mitad de ellas ya con el dos dosis necesarias desarrollar inmunidad al virus.

Ese mismo día se inició el turno de vacunación en Lima para personas de 70 años y más, luego de la vacunación del más de 80.

El gobierno peruano planea vacunar a algunos 400.000 personas mayores de 70 para gastar en mayo con mayores de 60 años.

Las personas mayores se vacunan en 50 centros de vacunación en Lima y Callao, la ciudad portuaria colindante con la capital peruana.

Estos centros se han instalado en estadios, parques, complejos deportivos, escuelas, grandes aparcamientos y en establecimientos sanitarios públicos y privados.

A pesar de que abril fue el mes más mortífero de la pandemia, con más de 9.400 muertes confirmadas por Covid-19, El efecto de las vacunas se ha comenzado a sentir en la población anciana, cuyas tasas de hospitalización y muerte por esta enfermedad están disminuyendo.