Volcán Cumbre Vieja: “Fue como la rotura de una presa”: la lava ya cubre 413 hectáreas de La Palma y alcanza un perímetro de 36 kilómetros | Sociedad

Volcán Cumbre Vieja: “Fue como la rotura de una presa”: la lava ya cubre 413 hectáreas de La Palma y alcanza un perímetro de 36 kilómetros |  Sociedad

El volcán de La Palma «no parece estar cerca del final», según declaraciones realizadas este lunes por el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres. Y como prueba, la fuerte actividad registrada por la erupción de este domingo, dos semanas después de haberse quitado la vida. La rotura de uno de los muros poco antes de las 20:00 horas del domingo provocó un aumento del caudal que permitió que la superficie de la escorrentía aumentara un 4% en un solo día a 413,8 hectáreas. “Fue como cuando se rompió una presa”, explicó María José Blanco, vulcanóloga del Instituto Geográfico Nacional (IGN), “luego de lo cual ocurre un derrame”. “Nos preocupa principalmente la monitorización de estos caudales”, añadió el director técnico del Plan de Emergencia Volcánica de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, “sobre todo porque podría haber un cambio de dirección en cuanto a los caudales. a las medidas de protección civil ”.

En este sentido, Blanco destacó que no se puede descartar que se produzcan nuevos centros de emisión cerca del cono. En la actualidad, existen varios centros activos dentro del cráter principal y dos más ubicados al noroeste del lado del cono. Uno de ellos, con una formación en forma de cono, es el que provocó el derrumbe del muro en la tarde del domingo.

Este aumento de la efusividad (emisión de lava) y las fuertes explosiones detectadas en las últimas 24 horas hicieron que el arroyo que corta La Palma por su lado oeste alcanzara un perímetro de 36,3 kilómetros, y la lengua tenga un ancho máximo de 1.250 metros, 300 más. en un solo día. En este sentido, el consejero de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Ordenación del Territorio del Gobierno de Canarias, José Antonio Valbuena, aseguró en declaraciones a radio autonómica que “se ha tenido daños en dos espacios naturales y, según para los científicos, la recuperación de este nuevo país malo llevará unos 3.000 años ”.

Las columnas de humo, por su parte, ascendieron a 4.500 metros de altitud, frente a los tres kilómetros del día anterior, y la expulsión de bombas balísticas que quedan, en todo caso, en el perímetro de seguridad. Por ello, Blanco advirtió que esta circunstancia debe poner en guardia a los equipos científicos y fuerzas de seguridad que operan en la zona. Sin embargo, la explosividad del volcán apenas alcanza dos de los ocho grados que prevé el índice de explosividad volcánica (VEI, por sus siglas en inglés).

Las fuertes oscilaciones de explosividad y efusividad, sin embargo, son normales en un proceso eruptivo de estas características, que Blanco y Morcuende se esfuerzan por repetir todos los días. “El proceso puede subir y bajar”, ​​en palabras de la propia María José Blanco. El volcán, en conclusión, no da señales de querer quedarse dormido.

La ruptura del cono, el aumento del flujo de lava y la explosividad no fueron las únicas fuentes de preocupación durante la noche. Durante el último día ha habido una docena de terremotos, el más fuerte de 3,6. Pero hay elementos relativamente tranquilizadores al respecto: primero, la sismicidad es consistente con la registrada el 11 y 1 de septiembre, una semana antes de la erupción. Además, estos terremotos se desplazaron hacia la zona del cono volcánico, y aumentaron su profundidad a un rango de entre 10 y 15 kilómetros, con picos de 20 kilómetros. «Queremos enviar un mensaje de calma al respecto», dijo Morcuende.

La calidad del aire también es una noticia relativamente buena para parte de la isla. La inversión térmica (el proceso por el cual el aire se calienta a medida que sube, en lugar de al revés, como suele ser el caso) ha aumentado, lo que permite que el dióxido de azufre se disipe. Y los vientos de la superficie del norte llevan la columna volcánica hacia el sur, beneficiando las actividades del aeropuerto. «También se espera que la entrada de una masa de aire marítimo húmedo disminuya la estabilidad atmosférica y será favorable desde la perspectiva de la calidad del aire».

La parte sur de La Palma, en cambio, notará más los efectos del volcán. “Las cenizas de la emisión del volcán La Palma se desplazarán, lunes y martes, hacia el sur y oeste de la isla, deteriorando la calidad del aire en estas zonas por la presencia de material particulado”, ha subrayado. del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

El satélite Copernicus no pudo tomar medidas de los edificios arrasados ​​debido a la profusión de nubes. Sin embargo, según los cálculos de este diario, ya hay 400 hectáreas destruidas, más de 1.000 edificios destruidos, dos escuelas y casi 30 kilómetros de carreteras. Las cerca de 700 parcelas devastadas por la lava tienen un valor de 130 millones de euros, según una valoración automática de la empresa Valmesa.

El centro de mando autorizó el ingreso de vecinos evacuados el lunes, cuyas viviendas se encuentran a más de 1.500 metros de la lavandería y se encuentran fuera de la zona de seguridad, para recuperar ropa, efectos personales, etc. El acceso será controlado y estará acompañado por personal de seguridad y el ingreso podrá ser interrumpido si las condiciones climáticas o la evolución del volcán lo recomiendan.

El mayor aporte de lava fluye principalmente por encima del flujo de lava ya existente, lo que permitió que el terreno ganado al mar alcanzara las 32,7 hectáreas de superficie. El lavado llega al mar en cuatro lóbulos que son los que descienden por la ladera. La generación de gases tóxicos (principalmente ácido clorhídrico) es motivo de preocupación. Sin embargo, las condiciones climáticas favorecen la dispersión de estos gases, que se limitan a la zona de contacto. «Se sigue manteniendo el kilómetro de separación del frente del delta de lava», explicó Blanco. «Y el personal que trabaja a una distancia más corta debe protegerse con máscaras antigás y gafas».